Las cinco claves que hacen más dolorosa la derrota en Roma
El Barça encara el futuro con muchas más dudas que certezas
11 abril, 2018 11:45Noticias relacionadas
El Barça cotiza a la baja en Europa. Sus acciones cayeron en picado en Roma, escenario de una infame actuación que certificó su devaluación desde que ganó la Champions de 2015. Con Josep Maria Bartomeu en la presidencia, el club ha pedido poder e influencia en todas sus secciones. La llamada evolución del modelo ha fracasado por la sencilla razón que la entidad ha renunciado a sus valores más sagrados y hasta el fiable Valverde sufrió un ataque de clementitis en la capital italiana. Las consecuencias del ridículo de Roma lastran a una entidad que necesita un revolcón. Con Bartomeu, encoge el Barça y el Real Madrid sueña con encadenar su tercera Champions. Los daños causados el martes pueden resumirse en cinco apartados:
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Menos ingresos: La tesorería del Barça se resentirá por su eliminación europea. El club ha ingresado 32,7 millones de euros por sus resultados en la Champions. El acceso a las semifinales tenía una recompensa de siete millones, cantidad a la que podía haber sumado 10,5 millones más por alcanzar la final y 15 más por ganar la Champions. El Barça, asimismo, podía haber ingresado unos tres millones de euros más en concepto de taquillaje. En el club, no obstante, recuerdan que sólo habían presupuestado ingresos hasta cuartos de final, el corte maldito desde que Bartomeu manda en el Camp Nou.
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El factor Messi, insuficiente: El Barça ha ganado cuatro Champions desde que Leo se instaló en el primer equipo. El crack argentino, lesionado, no jugó la final de París. Entonces tenía 18 años. Messi, en cambio, fue decisivo en las Champions de 2009, 2011 y 2015. El punto álgido lo alcanzó en Wembley, tras derrotar al Manchester United (3-1) con una actuación estelar. En cuatro años, el Real Madrid ha conquistado Europa en tres ocasiones. ¿Igualará Cristiano Ronaldo (en el Bernabéu) el registro de Messi? El mejor Barça de la historia ha perdido la oportunidad de acercarse al eterno rival.
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Iniesta jugará en China: El centrocampista internacional, eternamente recordado por su gol en Stamford Bridge, disputó, probablemente, su último partido con el Barça en Europa. La marcha de Iniesta abre nuevos interrogantes en la institución, que presume del fichaje de Arthur. El brasileño tiene talento, pero está a años luz de don Andrés, que merecía otro final. El Barça no ha sabido renovarse. La plantilla se debilita año tras año y Bartomeu prepara el fichaje de Griezmann, una operación mediática pero muy arriesgada en el plano deportivo. El excedente de delanteros TOP puede ser un problema mayúsculo para Valverde, preocupado por los déficits del equipo en defensa y en la creación.
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Valverde pierde carisma: El Barça, tras el varapalo que le endosó el Real Madrid en la Supercopa de España, ha dominado la Liga con mano de hierro. Sin un fútbol demasiado vistoso, pero con mucha fiabilidad. La lesión de Dembélé, lejos de ser un problema, simplificó la propuesta del entrenador, que reforzó el centro del campo con una cuarto jugador. Valverde juntó las líneas y el Barça mezcló la clase de Messi con la pegada de Suárez y la presión alta de todo el equipo. El cuadro azulgrana llega al tramo final de la temporada con poca gasolina. En Roma, el técnico se equivocó con su estrategia. El Barça no jugó a nada y pagó muy cara su indefinición.
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Prestigio herido: El Barça ha dejado de ser la referencia, el modelo a imitar en Europa. Su fútbol preciosista y elaborado se ha transformado en un fútbol industrial y resultadista. El suyo ya no es un modelo único. Los tres varapalos de París, Turín y Roma pasan factura a un Barça que debería rescatar su fórmula mágica y recuperar el protagonismo de la Masia. Con Bartomeu se vive al día.