La crisis deportiva del Espanyol estalló con gran virulencia. Con daños colaterales mayores a los previstos. Este viernes, el club anunció la destitución de Quique Sánchez Flores, entrenador del primer equipo, y de Jordi Lardín, director deportivo. El técnico del filial, David Gallego, sustituye de forma interina a Quique, quien en los últimos días había cuestionado la política de fichajes de la entidad y había sido recriminado por la afición blanquiazul tras la última derrota contra el Eibar.
Chen Yansheng, propietario del Espanyol, dio luz verde a la destitución de Quique y Lardín dos días antes de que el Espanyol jugará contra el Girona en Montilivi. Al técnico le quedaba todavía un año de contrato y al director deportivo, dos.
Quique se convierte en el primer entrenador despedido por Yansheng. Las tensiones con la cúpula del club habían subido de tono en los últimos días y el Espanyol acumulaba cinco partidos sin marcar.
“El club ha tomado esta decisión fruto del rendimiento deportivo del primer equipo y con la clara voluntad de afrontar las jornadas restantes de la presente temporada y la preparación del curso deportivo 2018-19 en las mejores condiciones”, argumentó el club a través de un comunicado.
Provisionalmente, Gallego asumirá las responsabilidades de Quique y Óscar Perarnau, director general deportivo, interpretará las funciones de Lardín, a la espera de fichar un nuevo director deportivo.