El PDeCAT ha reclamado al Ejecutivo de Mariano Rajoy que los presupuestos generales del Estado para este 2018 incluyan 38 millones de euros para la construcción en Barcelona de la Biblioteca Central Urbana, un equipamiento que ya constaba en el plan de bibliotecas aprobado por el pleno del Ayutnamiento en 1998 y que acumula seis años de retraso si se tiene en cuenta, exlusivamente, la última fecha que se dio para que empezarán las obras: 2012.

"Esta biblioteca es una larguísima reivindicación de la ciudad que no se acaba de hacer realidad nunca", critica el regidor del PDeCAT Jaume Ciurana. Y nada hace presuponer que vaya a desencallarse por ahora. La obra la tiene que pagar el ministerio de Cultura --los planes del gobierno central contemplan una biblioteca de estas características en cada provincia española--, pero la de la capital catalana, que tendría que ser la mayor de España, no llega.

En 2010, parecía que el proyecto se desencallaba de forma definitiva. Tras descartarse años antes el Born como lugar de construcción, el Ayuntamiento cedió unos terrenos junto a la Estación de França y el paseo de la Circumval·lació. La edificación se adjudicó al despacho de arquitectos Nitidus Arquitectes SLP, que tiene listo el proyecto ejecutivo desde 2012, recuerda uno de los arquitectos, Eduard Gutiérrez. Ese era el año en que se tenían que iniciar las obras, según anunció en 2010 la entonces ministra, Ángeles González-Sinde. Pero la construcción no empezó por razones presupuestarias.

TENSAS RELACIONES

Aunque desde entonces se han producido contactos entre Generalitat, Ayuntamiento y gobierno central, el proyecto no se ha movido y no parece que el clima de tensas relaciones entre las administraciones catalanas y el Ejecutivo de Rajoy por el proceso independentista sea el mejor para retomar la construcción de la gran biblioteca barcelonesa.

El proyecto arquitectónico contempla un edificio de tres volúmenes, con un total de ocho plantas. El edificio tendrá unos 20.000 metros cuadrados construidos y 18.000 de útiles. El equipamiento tiene que albergar unos 500.000 fondos cuando funcione a pleno rendimiento.

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