El polémico partido de waterpolo femenino que debía disputarse en la noche de este martes en la piscina Sant Jordi de Barcelona entre España e Israel se juega a las 18:00 en el CAR de Sant Cugat, a puerta cerrada, con el objetivo de evitar posibles incidentes entre entidades pro-israelís y pro-palestinas.
Un acuerdo de última ahora con las autoridades israelís, que no contemplaban el cambio de escenario y que eran partidarias de cancelar el encuentro, ha permitido la componenda entre todas las partes. La protesta israelí había causado un grave contencioso de carácter diplomático entre los gobiernos de España e Israel.
"Todo se debe a un tema de seguridad", han asegurado a Metrópoli Abierta fuentes oficiales cercanas a la FINA. "Cuando observamos que había colectivos que se manifestaban en contra de la celebración, y que luego aparecían otras a favor, se llegó a la conclusión, tras hablar con la Policía, de que podía ser conflictivo llevarlo a cabo en el centro de Barcelona".
El partido debía comenzar a las 20:45 en la Sant Jordi, pero finalmente se ha avanzado a las 18:00 en el CAR tras llegarse a un acuerdo entre todas las entidades concernidas: la Federación Internacional de Natación (FINA), la Liga Europea de Natación (LEN), la Embajada de Israel en España (tras la mediación de la ministra de Cultura y Deporte israelí, Miri Reguev) y la Real Federación Española de Natación (RFEN), organizadora del partido.
Desde las 11:00 estuvieron reunidos en el CAR representantes de las federaciones españolas e israelíes, así como de la FINA, para encontrar una solución a la esperpéntica situación que se había producido en relación al encuentro, correspondiente a la segunda jornada de la Liga Mundial femenina de waterpolo. Primero se habló de jugar a las 13:00, pero finalmente se dio más margen a las dos delegaciones y se acabó pactando las 18:00.
SIN TRASCENDENCIA DEPORTIVA
El encuentro, curiosamente, no tiene ninguna trascendencia deportiva, ya que España ha sido subcampeona olímpica (Londres-2012), campeona mundial (Barcelona-2013) y actual bronce europeo (Barcelona-2018), mientras que Israel apenas aspira a asomar la cabeza en la élite mundial del waterpolo femenino.
La RFEN ha emitido un comunicado explicando así la situación: "Siguiendo las indicaciones de la FINA y de común acuerdo con la delegación oficial de Israel, la RFEN comunica que el partido (...) se va a disputar finalmente este mismo martes a las 18:00 en el CAR de Sant Cugat del Vallès (...) Para evitar que los aficionados se queden sin ver el encuentro, éste será retransmitido por streaming live desde la plataforma de LaLiga4Sports, partner de la RFEN. Desde la RFEA pedimos disculpas por las molestias causadas por causas ajenas al propio evento y damos las gracias a todas las instituciones y personas que han permitido la celebración de esta competición deportiva oficial (...)
"Queremos velar siempre por la seguridad de las competiciones internacionales cuya organización nos delegan los organismos oficiales (FINA y LEN) que nos rigen, y que impere únicamente el espectáculo deportivo por encima de cualquier otra consideración".
PARTIDO MALDITO
El 'partido maldito' debía haberse celebrado, en principio, en las instalaciones del CN Molins de Rei. Sin embargo, este club realizó hace días un comunicado oficial en sus redes sociales solicitando no jugarlo por motivos de seguridad. La RFEN decidió entonces trasladarlo a la Sant Jordi.
El lunes, el grupo CUP-Capgirem en el Ayuntamiento de Barcelona avisó de que boicotearía el encuentro si se celebraba en la piscina barcelonesa. La concejal del partido Eulàlia Reguant pidió incluso al Gobierno municipal que no cediese la instalación.
La formación política protestaba porque considera que la presencia del conjunto israelí representa a un país que maltrata al pueblo palestino. La CUP anunciaba, por todo ello, que se sumaría a "las acciones de protesta que lleven a cabo los colectivos de apoyo" y que ya corrían por internet.
Mientras tanto, desde la Asociación Catalana de Amigos de Israel contestaban a la CUP, a los pro-palestinos y a quienes llamaban a boicotear el partido con un tuit a favor de la celebración y criticando "el racismo, la xenofobia y el antisemitismo".
Que se sepa, el Ayuntamiento de Barcelona no ha hecho ningún comunicado respondiendo a la CUP, ni consta que haya intervenido en la mediación para que este España-Israel no se juegue finalmente en la Sant Jordi.
PINTADAS BORRADAS
Mientras las redes ardían, entre partidarios y contrarios de la celebración del partido, en la noche del lunes al martes se sucedieron diferentes pintadas en la que todavía constaba como sede del partido: la piscina Sant Jordi. Había de los dos colores, pero a primera hora de la mañana han sido borradas -aunque aún se distinguen algunas palabras.
Una de las pintadas, en azul sobre fondo blanco (los colores de la bandera israelí) estaba escrita en hebreo y adornada con una Estrella de David. Al lado, otra, en negro y rojo, en catalán y contra los judíos.