“Ciutat Meridiana es el sumidero de Barcelona”
La Favb y Filiberto Bravo denuncian la situación del barrio a raíz del caso de los tres menores atrapados
8 enero, 2019 14:05Noticias relacionadas
La Asociación de Vecinos de Ciutat Meridiana y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (Favb) van a reclamar a la Fiscalía que se investiguen los hechos ocurridos en el barrio el pasado 4 de enero. Aquel día, tres menores quedaron atrapados más de 12 horas en el piso ocupado donde viven con su madre, cuando unos operarios cambiaron la puerta de seguridad de la vivienda en la que la familia vive desde hace un año.
Así lo han anunciado este martes los presidentes de ambas asociaciones vecinales, Filiberto Bravo y Ana Menéndez, respectivamente, en una conferencia de prensa, en la sede de la Favb, en la que han relatado los hechos ocurridos y en la que han puesto de manifiesto la difícil situación que vive uno de los barrios del distrito de Nou Barris.
“Somos un barrio de Barcelona, pero no lo parece. Sólo queremos ser, de verdad, Barcelona”, ha resumido Bravo, un legendario activista vecinal que siempre se ha significado en acciones en pro de su barrio.
UNA VUELTA POR EL BARRIO
“Ciutat Meridiana es el sumidero de Barcelona”, ha llegado a decir, por su parte, Menéndez. “Invito a cualquier ciudadano a darse una vuelta por el barrio, porque realmente acumula todo tipo de problemáticas: es el que tiene más desalojos, el que tiene más paro, el que tiene menos comercios...¡Se necesita una intervención urgente por parte de las administraciones!”.
El piso en cuestión pertenece al Banco de Sabadell a través de la inmobiliaria Solvia, de la que recientemente ha dejado de ser accionista mayoritario. En efecto, a mediados del pasado diciembre, el banco vendió un 80% de su capital de su filial (Solvia Servicios Inmobiliarios) al grupo sueco Intrum por 240 millones de euros.
EL CASO DE LOS 3 NIÑOS
A tenor de lo explicado por Bravo y Menéndez, el caso de los niños que quedaron encerrados en su casa parece ser sólo la punta del iceberg de lo que ocurre en Ciutat Meridiana, al menos según el relato de Bravo. Éste ha ofrecido unas cifras escandalosas en lo relativo al tema de la vivienda.
La asociación vecinal que preside Bravo calcula que hay unas 250 viviendas ocupadas digamos que 'legalmente'. La propia AV Ciutat Meridiana ha ayudado a las familias a poder instalarse en pisos vacíos, que pertenecen a entidades bancarias o a empresas inmobiliarias (en especial, de la antigua Caixa de Catalunya). Según Bravo, hay un centenar más “aunque nosotros no los tenemos controlados”.
La paradoja es que “en el barrio debe haber otros 300 pisos que están vacíos y que se están deteriorando”, ha advertido Bravo. “Y, mientras tanto, tenemos esas 250 familias que no quieren estar ocupando, sino poder tener un alquiler social justo”. (Según la ley de 2004, eso significa que el inquilino no puede pagar más del 30% de sus ingresos mensuales).
En concreto, la afectada es el típico caso de familia monoparental con una madre (Noemí, hondureña) que ya había sido atendida en Servicios Sociales por un caso de violencia de género. Sus hijos, los que quedaron atrapados, tienen 16, 12 y 5 años.
Menéndez y Bravo han celebrado que el Ayuntamiento de Barcelona haya acordado con la propiedad que la familia pueda quedarse en el piso pagando un alquiler social, aunque han alertado de la existencia de muchas situaciones similares "pero que no se solucionan como esta, porque no son tan mediáticas".
EFECTO LLAMADA
Bravo ha hecho hincapié en el denominado 'efecto llamada', por el cual cada vez llegan al barrio más familias en busca de pisos vacíos para ocupar. “Muchos no se atreven a hacerlo, pero llega un momento en que no queda otra para vivir bajo un techo”, ha explicado.
Según Bravo, en los últimos ocho años su AAVV ha conseguido dar cobijo a 1.100 familias en un barrio que, paradójicamente, “ha perdido en ese tiempo más de un tercio de su población”, que ha cifrado en unos 10.000 habitantes.
Por otra parte, y mientras crece el número de familias que buscan alojamiento, se da el hecho de que “en el barrio se producen 4 ó 5 desahucios por semana”.
Según Bravo, la mayoría de los casos ocurre en familias monoparentales, en los que la madre de los menores trabaja fuera de casa y no puede atender todo el día a sus hijos. Eso es lo que pasó el pasado día 4 y lo que ha provocado la denuncia.