La Casa de Papel es la serie española más internacional, alcanzó el éxito con su difusión a través de Netflix y ganó un premio Emmy al mejor drama. Quien la ha visto sabe que es una de las mejores producciones españolas, su trama engancha desde el primer minuto y la acción y los efectos especiales son dignos de un film estadounidense.

Desde la primera temporada la ficción original de Atresmedia y Vancouver creada por Álex Pina, acaparó un gran público. La gente enloqueció con la trama, pero sobretodo con las máscaras que caricaturizan a Dalí y que utilizan los protagonistas durante el transcurso de los hechos. Durante los últimos años La Casa de Papel ha sido la temática estrella para fiestas como Carnaval o Halloween. Muchísimos españoles nos hemos disfrazado de los protagonistas con la careta como estrella del traje.

Dos años después del estreno de la serie de Vancouver Media, la Fundación Gala Salvador Dalí se ha pronunciado sobre el uso de la imagen del pintor. Esgrime sus “derechos inmateriales derivados de la obra y de la persona" del pintor ante el uso que se hace de su imagen, a través de una máscara, alegando que "cualquier persona que quiera ejercitar o explotar alguno de estos derechos" debe contar con su autorización previa. Por su parte, la productora de la serie ha asegurado que no se pusieron en contacto con la Fundación porque la máscara a la que se refieren, que luce unos largos bigotes modelados hacia arriba, es un diseño propio de la serie.

Mientras que este año se celebra el 30 aniversario de la muerte del artista de Figueres, Netflix rueda ya la nueva entrega sobre los atracadores más populares del ámbito televisivo. A esta nueva temporada se unen nuevos miembros, Hovik Keuchkerian, Najwa Nimri, Fernando Cayo y Rodrigo de la Serna, y presentan una misión que será "más que un atraco".

 

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