Isona Passola: “Ahora resulta que los de la cultura son pijos”
La presidenta del cine catalán salta en defensa del MACBA en la capilla de la Misericòrdia
22 febrero, 2019 13:55El caso de la capilla de la Misericòrdia en el Raval ha trastocado a vecinos y entidades culturales. Este viernes, mientras se debatía la propuesta del CAP Raval en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona, la plataforma +Macba +Cultura ha lanzado un vídeo en el que aparece Isona Passola, presidenta de la Acadèmia del Cinema Català, defendiendo el Macba. “A todos, lo que nos conviene es más cultura para salir de la miserabilidad de estos barrios y ahora resulta que los de la cultura son pijos", ha puntualizado.
En el barrio más afectado por los narcopisos y la inseguridad, los equipamientos culturales resisten como emblema. "A mí todo este tema del Macba y el CAP me ha entristecido mucho porque creo que hay una cuestión de sensatez por resolver", ha declarado. "Lo más triste y lo más grave es que se ha enfrentado el arte con la gente del Raval, y se ha puesto la cultura contra la opinión de la gente y se ha manipulado”, ha lamentado.
EL PODER DE LA CULTURA
La líder del cine catalán ha enaltecido el poder de la cultura, y ha insistido en fortalecer su presencia en el barrio del Raval, más allá de barrios como el Eixample, así como también conseguir garantizar la sanidad que por justicia necesita el céntrico barrio barcelonés en que se encuentra el museo.
? La cineasta @isonapassola reclama "sentit comú" a @bcn_ajuntament i una solució de consens per al @MACBA_Barcelona i el CAP Raval Nord.
— Raval Salut i Cultura (@mesmacba) 22 de febrero de 2019
✅Més cultura per al Raval i per a Barcelona
✅Un CAP NOU d'acord amb les necessitats de pacients i professionals
??Mira el vídeo! pic.twitter.com/3EvhPM9tE3
El Macba llegó al Raval en los años ochenta, cuando el barrio nadaba en un mar de drogas, violencia e inseguridad. Más adelante fueron llegando otros equipamientos culturales (el CCCB, la Filmoteca de Catalunya, la Escola Massana...), y tanto turistas como barceloneses se vieron seducidos por un Raval renovado, ecléctico y rebosante de personalidad. A modo de déjà vu parece que esos tiempos –de drogas, violencia e inseguridad– hayan vuelto.
Las etiquetas –más allá de Twitter– ya han pasado de moda. La cultura hace tiempo que ha transgredido y no entiende de clases, pero algunos comuns todavía no lo saben. A día de hoy, ni al Liceu va solo gente “de pasta” ni el Macba es la Meca de las élites culturales.