Xavi Casinos no camina normal: camina mirando. Se fija en las paredes, otea el cielo. A contracorriente, a paso lento, buscando la calma en los vestigios de Barcelona. Así ha ido descubriendo historias en los últimos años. Y, a día de hoy, sus hallazgos darían para cuatro libros. Por ahora, lleva dos. Este martes ha presentado en la librería Jaimes su recopilación Barcelona secreta (Viena Edicions, 2019), que llega tras el éxito del anterior, Barcelona. Històries, curiositats i misteris.
“Es un libro para dejar el móvil y recuperar los detalles”, valora el presentador de la cita, Miquel Molina, director adjunto de La Vanguardia, donde Casinos ha publicado casi 240 entregas de esta (insólita) serie. “Un libro que reivindica el sosiego en una época en la que el periodismo se evalúa a través de la productividad”, añade convencido. Casinos asiente con una sonrisa.
UN LIBRO PLAGADO DE CURIOSIDADES
¿Qué hay dentro de las torres venecianas? ¿Y del monumento de Arc de Triomf? ¡Ah! En la basílica de Santa María del Mar se esconde un escudo del Barça, ¿lo sabías? Y la historia de la plaza de Sant Felip Neri va más allá de las marcas de metralla que todavía se aprecian en la fachada de la iglesia. “Hay un claustro barroco y una biblioteca parecida a la de El nombre de la rosa”, explica recordando la película basada en el libro de Umberto Eco.
El libro se aleja de las guías turísticas y se aproxima con sigilo –y de forma amable– a los barceloneses, sin entrar en grandes nostalgias ni tampoco caer en reivindicaciones. “Lo dejo de lado, no es el lugar para ello”, considera Casinos, que procura no leer los comentarios de sus lectores para no montar en cólera.
A propósito, en la presentación, una lectora sugiere que en lugar de llamarse Barcelona secreta, "tendría que llevar por título La Barcelona ignorada". Algunos ríen y se miran con esa complicidad que solo la proporciona la edad y la experiencia propia.
Como una enciclopedia con piernas, Xavi Casinos ha pateado la ciudad y ha logrado plasmar esa cara B de Barcelona. Y, con sus historias, demuestra una vez más que la ciudad no se acaba nunca. Por mucho que pase el tiempo. Por mucho que todo cambie.