'Certezas sentidas' llega a la Fundación Antoni Tàpies
Barcelona acoge una de las exposiciones con las que se inauguró la fundación del artista en 1991
8 abril, 2019 13:47Noticias relacionadas
En el año 1991, tras la inauguración de su fundación, Antoni Tàpies presentaba Certezas sentidas. Una exposición en la que el soporte textil sintético que utilizó como base en sus obras centraba toda la atención. Apenas hacía un año que había abierto su nuevo espacio en Barcelona y era la primera vez que utilizaba este material para trabajar sobre un conjunto significativo de pinturas. Dicho material era el que usaba para cubrir el suelo de su estudio. La mayoría de estas piezas estaban manchadas de pintura, además de rasgadas y pisadas. Y, sobre ellas, desplegó todo su repertorio artístico.
Certezas sentidas vuelve a la Fundación Antoni Tàpies hasta el próximo 29 de septiembre. Esta vez el espectador puede disfrutar de una ampliación del mismo conjunto de obras que se presentó en la década de los 90. A las diecinueve obras que el artista visibilizó entonces se suman algunas no incluidas, así como un conjunto de esculturas de bronces que obedecen al mismo periodo.
UNA EXPOSICIÓN CON TINTES PESIMISTAS
Las cruces, las gafas, los autoretratos y los cráneos, entre otros de sus típicos dibujos, evocan a un cierto aire de pesimismo que, en la época en la que presentó la obra, se convirtió en una de sus señas de identidad como artista. En el momento en el que diseñó todas estas obras, era característico que el artista español explorase lo relacionado con el dolor, la tristeza y la muerte. Aunque más que como una forma de explicar su propio dolor, como una vía para aprender a convivir con él. De hecho, en esa época Tàpies vivía uno de los momentos más dulces de su carrera gracias a los diversos premios que recibió, así como a la apertura de su fundación y a la enorme actividad que albergaba como artista.
Además de Certezas sentidas, también se puede encontrar en la Fundación Antoni Tàpies Roil Soleil, una exposición que se aproxima a la carrera del cineasta catalán Albert Serra, en la que se puede disfrutar de la alegoría que realiza en torno a la muerte de Luis XIV.