Lápiz, acuarelas, óleo… Todo vale para captar el momento. Hace un siglo que la antigua central térmica de la avenida Vilanova (Barcelona) cerró sus puertas y nunca más volvió a soltar humo. Este desconocido monumento modernista, convertido hoy en la sede central de Endesa en Cataluña, fue la principal fuente de energía del barrio del Eixample entre 1897 y 1919.
Con motivo del centenario de su cierre, Endesa ha querido resaltar su belleza de arquitectónica invitando a los grupos de artistas Inky Fingers y Urban Sketchers Barcelona a dibujar la singularidad del edificio para conocer su historia.
UN EDIFICIO SINGULAR
La obra del arquitecto modernista Pere Falquès i Urpí es la única central térmica catalana construida con criterios de estilo modernista. Aunque ya no se puede ver la gran chimenea de ladrillo visto --característica de este tipo de construcciones--, sí conserva elementos originales de una central de la época como el puente grúa, las escaleras de caracol y la tabla de comandos.
Falqués fue arquitecto municipal entre 1889 y 1914 y dejó un amplio legado cultural en la capital catalana. Entre sus creaciones más conocidas destacan las singulares farolas de estilo modernista que adornan el paseo de Gràcia y la avenida Gaudí.
DIBUJAR “IN SITU”
La verdadera protagonista de esta cita ha sido la pintura. Las asociaciones Urban Sketchers Barcelona y Inky Fingers han dado la pincelada final al evento con diferentes creaciones dibujadas in situ de esta singular joya arquitectónica que es parte de la historia de Barcelona.
Este movimiento artístico trata de promover y desarrollar el valor artístico, narrativo, educativo y social mediante el dibujo, retratando la realidad que les rodea. A cubierto o al aire libre, cada viernes sientan su campamento y cada uno captura lo que ve sin poner límites a la imaginación.