Imagen de una clase de yoga con gatos

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Vivir en Barcelona

Terapia con gatos: el yoga cambia de postura en Barcelona

El espacio Cat House ofrece divertidas y sesiones cada sábado en el corazón del Born

21 junio, 2019 00:00

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El yoga se sofistica en Barcelona. La moda que nació en Estados Unidos hace unos años llega ahora a la ciudad. Sí, miau, miau. El yoga con gatos es ya una realidad y se puede practicar en espacios como Cat House (en el Born) donde reside la Suara Foundation. A caballo entre sello discográfico de música electrónica y línea de ropa sostenible, invierte sus beneficios en mimar y rescatar gatitos callejeros. De este modo, actúa como cupido entre los felinos y sus futuras familias adoptivas.

Tras su éxito como espacio de encuentro, han dado un paso más y han impulsado sesiones de yoga con gatos, que se convierten casi en terapias. “Estuvimos un tiempo pensando en la mejor forma de hacerlo y realizar una experiencia completa que incluyese yoga, meditación y pasar un tiempo con los gatos de la fundación mientras disfrutas de un té relajadamente”, cuenta uno de creadores, Marc Torralba, a Metrópoli Abierta, coincidiendo con el Día Internacional del Yoga.

LOS GRANDES BENEFICIOS DEL YOGA

Los beneficios del yoga son múltiples: favorece a estar presente y tomar conciencia corporal, además contribuye a calmar la mente, disminuir el estrés, equilibrar la tensión y la ansiedad. “¡No es casual que esta disciplina se haya unido de forma natural a los gatos!”, incide Torralba.

Un momento de relajación en la postura del loto / SUARA FOUNDATION

Un momento de relajación en la postura del loto / SUARA FOUNDATION



Tal como detalla, los felinos ayudan a conectar con uno mismo y con el instinto innato. De hecho, una de las posturas hace referencia al gato: arquear la espalda en posición cuadrúpeda mejora la flexibilidad, la digestión, la circulación, y tonifica los abdominales.

¿Cómo reaccionan los animales ante la presencia de los yoguis? “Al principio, se van relajando aunque siempre hay algunos que vienen a observar o a interactuar, ya sea rozando su cuerpo con algún participante o tumbándose cerca”, comenta. Pero el mejor momento llega con la meditación final. “Los gatos perciben la energía de tranquilidad y muchos se animan a subirse encima o a apoyar su cuerpo con el de los presentes”, desvela.

ESTRECHAR LOS VÍNCULOS CON LOS GATITOS 

Antes de empezar cada sesión presentan a los gatitos y, al finalizar –después de una hora y media–, los asistentes comentan la jugada y disfrutan de la presencia gatuna durante un rato más. Torralba subraya que en ningún caso hace falta ser un yogui experto, “solo tener ganas de vivir un momento divertido”.

Acariciar a un gato durante la sesión de yoga en Cat House / SUARA FOUNDATION

Acariciar a un gato durante la sesión de yoga en Cat House / SUARA FOUNDATION



Los primeros sábados de cada mes realizan la modalidad Hatha Vinyasa mientras que los terceros del mes profundizan en el Swasthya Yoga. El precio es de 15 euros y todos los beneficios se destina a la labor de la fundación: en otras palabras, ayudar a gatos callejeros. Para vivir esta experiencia solo hay que llevar ropa cómoda y la mente abierta. Después de esto, ¡listos para ronronear!