El personal administrativo sanitario del CAP Ramon Turró está llevando a cabo una iniciativa que les desmarca del tópico y clásico rol en el que los usuarios les han incluido tradicionalmente. Las visitas a los domicilios de pacientes son un hecho diferencial de sus empleados respecto a otros ambulatorios, una medida innovadora que está resultando un éxito rotundo con el que los usuarios y sus familiares están más que satisfechos, tal y como explican la responsable de atención a la ciudadanía del centro, Abigail Fargas, y la directora del mismo, Ester Julbe.

VISIBILIDAD AL ADMINISTRATIVO

El proyecto se inició con la finalidad de dar una mayor visibilidad al administrativo, así como para facilitar "una atención más especializada" a determinados pacientes. En esta línea, Fargas indica que al colectivo cada vez se le pide más y tienen que hacerse visibles "porque hay el rol de dar el día y hora y ya está desfasado".

Hasta "40 usuarios de pacientes domiciliarios del centro y 35 de las residencias" se benefician actualmente de esta iniciativa, que en el primer caso se trata de un 20% sobre el total.

El proyecto, presentado en junio pero con un gran impulso en septiembre, ha contado con una gran acogida en un CAP que actualmente da cobertura sanitaria a un total de 36.000 barceloneses.

TRÁMITES

Mediante este programa, el usuario puede verse beneficiado en la gestión de determinados trámites, como el espacio digital La Meva Salut  el documento eConsentiment, así como el de voluntades anticipadas.

Fargas explica que hasta la implantación de este programa "había pacientes muy dependientes del médico y de la enfermera" que llamaban al centro para contactar con ellos con una alta frecuencia. "Nosotros detectamos a estos pacientes y les llamamos cada semana o 15 días, hablan con nosotros. Esto reduce mucho la carga asistencial de estos pacientes", argumenta la responsable de atención a la ciudadanía del CAP.

La directora del centro, además, explica que las llamadas que se realizan son para "anticipar la necesidad, no para que la persona no venga", por lo que se trata de "proactividad en la asistencia".

Entrada del CAP Ramon Turró, en el distrito de Sant Martí / RP



COLECTIVO PEOR VALORADO

Fargas no duda en que el colectivo de personal administrativo tiene que "salir de detrás del mostrador", por lo que esta medida puede "beneficiar mucho al colectivo", empoderándolo y dándole visibilidad. En este sentido, la trabajadora asegura que también tienen que "participar en la actividad comunitaria en la medida que sea posible".

Ambas responsables esperan que, con la implantación de esta medida, los usuarios vean con mejores ojos a los administrativos, ya que actualmente "son el colectivo peor valorado". Como explica Julbe, estos empleados son "la cara visible", por lo que este proyecto también les ayudará a "sentirse mucho más partícipes del sistema".

Por ello, son optimistas con la próxima encuesta de satisfacción que contará con la valoración de los pacientes, en la que esperan una mejora de los niveles de gratitud.

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