Barcelona es una de las ciudades españolas en las que la contaminación y el tráfico se pueden convertir en un problema para los vecinos que habitan en ella. Especialmente en las horas punta del día, son muchas las arterias principales que quedan colapsadas por los vehículos, generando una gran cantidad de ruido y contaminación a su alrededor.
Para lidiar contra los efectos de esta terrible e incómoda situación, son muchas las opciones que existen y que permiten alejarse por completo de este tipo de ambientes, disfrutando de espacios mucho más agradables y beneficiosos para la salud. Estos son algunos de los más importantes.
JARDINES DE LA TAMARITA
Los jardines de la Tamarita se encuentran situados en la zona más alta de Barcelona, en el Passeig de Sant Gervasi 47. Inicialmente, este espacio pertenecía a una familia belga que se asentó en la Ciudad Condal durante el siglo XVIII. No obstante, y a consecuencia de su abandono, desde el año 1993 son gestionados por el Ayuntamiento de Barcelona.
Una de las principales caracterísitcas con las que cuenta este parque es que, a pesar de su reducido tamaño, alberga una magnífica biodiversidad. Además, posee diferentes estatuas y esculturas a lo largo de toda su extensión, actuando como un oasis natural sin salir del centro de esta gran urbe.
JARDINES DE JOAN MARAGALL
Los jardines de Joan Maragall son uno de los secretos mejor guardados de la ciudad. Se levantaron en el año 1929 con el objetivo de crear un clima mucho más atractivo, a nivel visual, en los alrededores del Palacio Albéniz, el lugar en el que reside la familia real cuando acude a Barcelona.
Su frondosa vegetación, una de sus señas de identidad, y las más de 30 esculturas que residen en el parque convierten esta zona en una de las opciones más interesantes y solicitadas a la hora de desconectar por completo de la rutina y el ajetreo diario.
JARDINES DE LA UNIVERSITAT
El claustro medieval de la Universitat de Barcelona, situado en el corazón de la ciudad, es uno de los principales atractivos turísticos que ofrece Barcelona a todos sus visitantes. Contiene más de 250 especies naturales en su interior, además de un estanque en el que habitan diferentes animales acuáticos, como los peces o las ranas.
Pese a que pertenece a la universidad, la institución permite la entrada libre al recinto durante la mayor parte del año.