El Mago Pop pasó ayer miércoles del coronavirus. El ilusionista Antonio Díaz siguió con sus planes iniciales y celebró su función en el Teatre Victoria de Barcelona, del que es propietario. Durante el show, el ilusionista bromeó con el coronavirus, el tema por excelencia del mes, según explican diversos asistentes a Metrópoli Abierta.
Su nuevo espectáculo Nada es imposible prácticamente llenó el teatro, con capacidad para unas 1.200 personas. Lo hizo en plena crisis del coronavirus, aunque ello no espantó a la mayoría de personas que habían comprado entradas para ver al popular mago. A las 19:00 horas, este medio comprobó que tan sólo quedaban 94 entradas a la venta en la página web del Teatro Victoria.
¿POR QUÉ NO SE ANULÓ?
Sí canceló toda la programación de la misma obra desde hoy jueves hasta el 26 de marzo, siguiendo las indicaciones marcadas por la Generalitat. ¿Por qué no anuló la función para el miércoles, habida cuenta del volumen de gente prevista en un espacio cerrado? "No se canceló porque las medidas tomaban efecto hoy [jueves]. Lo mismo sucedió en los teatros de Madrid", explica un portavoz de prensa del teatro.
Y es que la Generalitat decretó la suspensión de las actividades colectivas con aforo de más de 1.000 personas, pero a partir del jueves. Así, los más despreocupados se vieron amparados por las indicaciones del gobierno catalán para mantener los espectáculos durante la misma jornada del miércoles.
COGIDOS DE LA MANO
Javier, uno de los asistentes a la obra, explica a este medio que el teatro estaba "prácticamente lleno". "Tan solo habían algunas butacas vacías, pero en general la gente acudió sin importarle mucho el coronavirus", asegura.
El joven explica que en un momento de la función, el Mago Pop pidió a los asistentes que se cogieran todos de la mano. Así lo hicieron al unísono, y acto seguido el ilusionista dijo que se trataba de una broma. "La verdad es que me extrañó, porque el gesto supuso pasar por alto todas las recomendaciones que están lanzando las autoridades. En el teatro nadie parecía tomarse muy en serio el coronavirus. Yo tenía sentada al lado a una señora que no conocía de nada y me extendió la mano, pero preferí no dársela por si acaso. Lo entendió perfectamente", sentencia Javier.
La normalidad con la que se celebró ayer la obra contrasta con el cerrojo del Teatro Victoria este jueves. En los próximos días, el equipo de la sala se pondrá en contacto con los espectadores para gestionar el cambio de sus localidades para aquellos que compraron entradas entre el 12 y 26 de marzo, mientras que para las funciones programadas a partir del 27 de marzo, la sala informará a través de los canales habituales en caso de sufrir modificaciones.