Este lunes se empieza a llevar a cabo un ensayo clínico con medicamentos ya existentes para tratar el sida y la malaria para intentar que la persona infectada por coronavirus deje de serlo en pocos días. Se hará en Cataluña a 195 enfermos que han dado positivo por el Covid-19 y a unos 3.000 contactos de éstos.
La consellera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, y el médico e investigador de la Fundación contra el Sida del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona), Oriol Mitjà, han informado este lunes en rueda de prensa de este ensayo, que ya ha sido aprobado por la Agencia Española del Medicamento y se espera que cuente con el respaldo económico de la Fundación Bill y Melinda Gates.
EN IGUALADA Y EN EL AMB
El ensayo se aplicará a 195 infectados de las zonas de la cuenca de Ódena (Barcelona), donde se encuentra la ciudad de Igualada y se ha producido un brote en el hospital de la misma, y en la zona metropolitana norte de Barcelona, donde se ubican poblaciones con muchos habitantes, como Santa Coloma de Gramenet y Badalona, entre otras.
La premisa de partida de esta investigación ha sido la alta transmisibilidad del virus. “Desde que una persona se infecta, hay 14 días de transmisión donde se produce una secreción de partículas orales con el virus.
Los estudios dicen que entre el 5% y el 10% de contactos cercanos, como compañeros de trabajo, y el 15% de los contactos del hogar, los más próximos, se contagian”, apunta Mitjà a El País. Por este motivo, el diseño del estudio está pensado para cortar las cadenas de transmisión.
DOBLE INTERVENCIÓN
Estos investigadores catalanes harán una intervención doble, tanto sobre los infectados como a sus contactos cercanos. A los primeros se les administrará el darunavir/cobicistat, un antiviral que se emplea contra el VIH y que funciona de forma similar al lopinavir/ritonavir, el fármaco que (en combinación con el interferon) se probó de forma satisfactoria en un paciente ingresado en el Virgen del Rocío de Sevilla.
El darunavir es un inhibidor de la proteasa, una proteína necesaria para que el virus se reproduzca. Si se corta la capacidad de replicación que tiene el microorganismo, la carga viral se reduce y el poder de infectar a otros, también.
INHIBIR LA FUSIÓN DEL VIRUS
A la vez que se medica al paciente infectado con darunavir, los investigadores pretenden administrar otro antimicrobiano a sus contactos más cercanos. Se trata de la hidroxicloroquina, un antipalúdico que también se usa para dolencias reumatológicas. Lo que hace este fármaco es inhibir la fusión del virus. “Le dificulta al virus entrar en la célula huésped”, señala Mitjà. Ensayos realizados en China revelaron, en cultivos de células, que la hidroxicloroquina impedía el crecimiento del virus.
Con esta doble intervención, los investigadores consideran que se podría cortar o reducir al mínimo la cadena de transmisión. “El caso será infeccioso durante menos días y los contactos también estarían más protegidos”, afirma el investigador barcelonés. En definitiva, la propuesta de estos expertos catalanes replica una técnica que ya se emplea en otras dolencias.