La multinacional de hemoderivados Grífols ha iniciado la producción de su inmunoglobulina hiperinmune con anticuerpos específicos contra el virus SARS-CoV-2 a partir del plasma de personas que han superado la enfermedad.

En un comunicado, la compañía catalana ha explicado que tiene previsto producir las primeras dosis en julio, en el marco de un ensayo clínico, que ya era la fecha apuntada inicialmente por Grífols, que sostiene que se trata del primer tratamiento para combatir específicamente el nuevo coronavirus desde el terreno plasmático.

APROBADO POR EEUU

La producción de inmunoglobulina anti-Covid-19 es fruto del acuerdo anunciado por la empresa con sede en Parets del Vallès a finales de marzo de colaboración con diversas instituciones estadounidenses y organismos federales de salud pública de ese país para recoger plasma de pacientes recuperados de coronavirus, procesarlo y producir inmunoglobulinas hiperinmunes.

En virtud de este acuerdo, Grifols pone a su disposición su red de centros de donación aprobados por la FDA, la autoridad sanitaria estadounidense, y procesa el plasma para producir las inmunoglobulinas hiperinmunes en sus instalaciones especialmente diseñadas y aisladas para enfermedades infecciosas en Clayton (Carolina del Norte, EEUU).

EL ANTECEDENTE: EN LIBERIA

Ya hace algunos años, a raíz del brote de ébola en África, Grífols puso en marcha un proyecto que le llevó a finales de 2018 a procesar plasma procedente de supervivientes sanos del ébola de Liberia, que utilizó para producir inmunoglobulina anti-ébola y tratar a la población afectada por esa enfermedad en otros países de África.

En paralelo, la firma continúa adelante con su ensayo clínico en España para evaluar la eficacia de la inmunoglobulina intravenosa a altas dosis en la estabilización o mejora de los pacientes clínicos afectados por el coronavirus.

IMPACTO DE 200 MILLONES

Aunque Grífols ha seguido operando sus centros de plasma durante la pandemia, esta semana la multinacional catalana explicó que la crisis tendría un impacto de 200 millones de euros en términos de margen bruto en las cuentas del primer semestre del año, por la afectación que la crisis ha tenido sobre sus inventarios.

Y es que, aunque los centros de donación de plasma han seguido activos durante la crisis sanitaria, el volumen de donaciones de plasma ha disminuido.

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