Una docena de tortugas bobas (Caretta caretta) han sido liberadas este miércoles en Castelldefels. Las tortugas fueron encontradas desorientadas y recién nacidas en una playa de Castelldefels en octubre de 2019, y han sido criadas en cautividad en la Fundación CRAM.
El conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet; la consellera de Presidencia, Meritxell Budó; el alcalde accidental de Castelldefels, Jordi Maresma, y el presidente de la Fundación CRAM, Josep Lluís Pal, han asistido hoy a la liberación en la playa del Baixador de las 12 crías que han sobrevivido de las 13 halladas atrapadas en la vegetación del final de la playa en 2019.
CONSERVACIÓN DE LA TORTUGA MARINA
Con casi un año, las tortugas liberadas pesan ya entre 800 gramos y un kilo. La liberación forma parte del proyecto por el que los animales se mantienen en cautiverio hasta que alcanzan un peso adecuado (durante uno o dos años).
El sistema está recogido en diferentes programas de gestión y conservación de la tortuga marina y busca mejorar las tasas de supervivencia de la especie, que en condiciones naturales el primer año en libertad son sólo de alrededor del 1%, y en el caso de las liberadas hoy es del 92%.
Este martes se liberaron en Premià de Mar (Barcelona) otras 10 tortugas de esta especie, procedentes de los nidos que se hicieron en 2018 en esa localidad y que también se han criado en cautividad.
En el acto, el conseller Calvet ha explicado que "ante el cambio de comportamiento de las tortugas caretta", que cada vez nidifican más en la costa catalana, "primero protegemos la especie y luego aportamos ciencia" para estudiar los motivos de su cambio de costumbres.
Damià Calvet ha dicho que "estamos obligados a proteger la biodiversidad", ya que, "fruto de la actividad humana", Cataluña "está perdiendo biodiversidad".