Calle dels Flassaders
El nombre alude al oficio de fabricantes de mantas cuyos talleres estaban en su mayoría radicados en esa vía
21 noviembre, 2020 00:00Noticias relacionadas
La calle dels Flassaders es una vía corta y estrecha —apenas tiene ciento cincuenta metros de largo por tres de ancho— a la que se puede acceder a través de la calle dels Assaonadors para luego desembocar en el passeig del Born, en el corazón del barrio de la Ribera.
El nombre alude al oficio de fabricantes de mantas cuyo gremio fue fundado en 1331 y cuyos talleres estaban en su mayoría radicados en esa calle. No fue hasta 1865 cuando pasó a denominarse con el oficio de mantero, sustituyendo al de Bonanat Sabater que, según algunas fuentes, fue un arquitecto y constructor medieval, mientras que otras afirman que fue un reconocido zapatero de origen judío.
En el número 40 de Flassaders operó la Casa de la Moneda de Barcelona (1441-1868), más conocida como la Seca, donde se acuñó moneda española y francesa. En 2010, tras 20 años de abandono, el ayuntamiento inició la rehabilitación de este histórico enclave que en el presente acoge un equipamiento cultural que recibe el nombre d’Escenari Joan Brossa por difundirse en él la obra del poeta y dramaturgo catalán.
Esta calle también fue muy conocida porque en ella se estableció una de las primeras fábricas de cerillas en Barcelona, conocida por el sobrenombre de las del baúl en alusión a la novedosa forma de sus cajas; además, en uno de sus locales radicó uno de los primeros negocios dedicados a la venta de tejidos de alfombra.
Su proximidad al mercado del Born, durante los casi cien años que estuvo operativo, influyó decisivamente en la vida comercial de esta calle. En la actualidad se ubican joyerías y tiendas de ropa.