Hay personas que son especialmente susceptibles a las bajas temperaturas. Algunas de ellas se las puede identificar fácilmente porque padecen, como respuesta a las bajas temperaturas, una particular decoloración de los dedos.

Se conoce como Síndrome de Raynaud y se trata de un trastorno que se caracteriza por una disminución de la circulación sanguínea en los dedos de las manos y de los pies, que produce dolor y cambios de coloración en dichas localizaciones.

¿POR QUÉ SE PRODUCE?

Explica el reumatólogo del Centro Médico Teknon, el doctor Muñoz Ortego, que la disminución de la circulación sanguínea en manos y pies se produce por una contracción de los vasos sanguíneos, que ralentiza la llegada de la sangre. 

“Como en las manos y pies normalmente los vasos son pequeños, este cierre del vaso (vasoespasmo) hace muy difícil la llegada de sangre y, por lo tanto, la oxigenación de la piel, por lo que se produce el cambio de coloración y posterior dolor, si hay mucha afectación”.

¿QUÉ SÍNTOMAS TIENE?

“Es normal que a cualquier persona expuesta al frío intenso le disminuya la circulación sanguínea distal, pero cuando se padece este síndrome, es tal la sensibilidad a los pequeños cambios de temperatura, que se puede producir un ataque por estar en una habitación con aire acondicionado”, señala el doctor.

Los signos y síntomas de la enfermedad son:

  • Dedos de las manos y de los pies fríos
  • Cambios en el color de la piel en respuesta al frío o al estrés
  • Entumecimiento, sensación de hormigueo o ardor al calentarse o aliviar el estrés

¿A QUIÉN AFECTA EL SÍNDROME DE RAYNAUD?

Este síndrome aparece con mayor frecuencia en mujeres de mediana y tercera edad. Puede ocurrir sin una causa aparente y entonces se le denomina "fenómeno de Raynaud primario". La frecuencia del fenómeno primario es aproximadamente del 3% o 4% de la población general y la del secundario depende de la enfermedad subyacente.

 “Sin embargo también puede estar asociado a otra enfermedad, se le llama "fenómeno de Raynaud secundario". El fenómeno secundario se asocia con mayor frecuencia a las enfermedades reumáticas del colágeno, también llamadas "autoinmunes". Aparece con más frecuencia en la esclerodermia y el síndrome de Sjögren, pero también puede hacerlo en el lupus eritematoso o artritis reumatoide.

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?

Si una persona tiene estos síntomas, debe acudir a un especialista en reumatología para que lo estudie y descarte otros procesos que se pueden parecer. Lo primero que hace el médico es interrogar sobre los síntomas y hacer un reconocimiento médico general. 

Los análisis generales y los específicos como la búsqueda de alteraciones inmunológicas le permiten saber si está asociado a alguna enfermedad. “Actualmente se aplica, de forma sistemática, una técnica muy sencilla y cómoda para el paciente, que es ver con un microscopio digital la zona distal de los dedos, buscando anormalidades vasculares, se denomina "capilaroscopia", apunta Muñoz Ortego.

CAPILAROSCOPIA

Se trata de una prueba complementaria indolora que permite realizar un estudio detallado de la microcirculación superficial de los dedos. “Esta circulación puede estar dañada a nivel microvascular en algunas enfermedades inflamatorias y autoinmunes sistémicas y sirve de gran utilidad en su estudio”, explica el doctor.

La capilaroscopia se realiza preferentemente en la piel del borde ungueal de los dedos de la mano y en nuestro centro contamos con un microscopio óptico digital de 200 a 500 aumentos de alta gama DinoLite. Al ser una técnica incruenta no tiene contraindicaciones, por lo tanto la podemos repetir con la frecuencia deseada y así poder estudiar los cambios evolutivos que se producen.

PRONÓSTICO Y TRATAMIENTO 

El pronóstico en el fenómeno de Raynaud primario es bueno, sin mortalidad y con escasas complicaciones. Para el secundario, en cambio, el pronóstico se relaciona directamente con la causa que lo provoca y depende de la intensidad de la isquemia y los tratamientos que apliquemos para mejorar el flujo sanguíneo.

Protegerse del frío es fundamental y aprender a gestionar el estrés ayuda en gran medida a controlar las crisis. Existen también fármacos que ayudan a "dilatar" los vasos sanguíneos y reducir la sintomatología. En este sentido el doctor apunta que establecer un correcto diagnóstico es importante porque según la causa la efectividad de muchas terapias, ya sean físicas o farmacológicas. “Depende de que sean utilizadas al inicio de la enfermedad y evitar que haya más sintomatología”.

 

 

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