La residencia municipal Can Comelles de Esparreguera ha registrado un brote de COVID-19 que afecta a 24 usuarios del centro, todos ellos con sintomatología leve o asintomáticos, que se infectaron a pesar de que estaban vacunados desde el pasado mes de enero.
Según ha explicado el ayuntamiento, el brote, cuyo origen se está investigando, se confirmó el pasado domingo cuando 20 de los 53 residentes dieron positivo en un cribado con test de antígenos, a los que se han sumado otros cuatro casos confirmados.
24 POSITIVOS
De los 24 positivos, que fueron aislados inmediatamente, 12 no presentaban ningún síntoma y 8 tenían síntomas leves, como febrícula. El consistorio ha remarcado que en ningún caso se han detectado síntomas graves ni complicaciones respiratorias.
Desde que el domingo se confirmaron los 24 casos positivos, los responsables del centro se pusieron a gestionar la situación en una triple dirección: aislando las personas residentes y manteniendo la vigilancia y el seguimiento asistencial a todas ellas; suspendiendo las visitas y comunicando la situación y las medidas puestas en marcha a los familiares; y, en tercer lugar, coordinándose con Salud, la Región Sanitaria Metropolitana Sur y el Ayuntamiento de Esparreguera para acordar las nuevas actuaciones a emprender.
ASINTOMÁTICOS Y LEVES
En este sentido, a la espera de los resultados de las pruebas PCR que se realizaron ayer para asegurar que el brote no se haya extendido, se está estudiando la posibilidad de trasladar temporalmente a los usuarios sanos a otras residencias para garantizar que no se infecten.
Recientemente, tras completar la vacunación de todos los usuarios, el centro había retomado el régimen abierto de salidas y visitas que hasta ahora estaba restringido, por lo que no se descarta que el origen del brote pueda ser el contacto con familiares u otras personas del exterior.