Pitillera, cubiertos, zapatos y un desnudo de Vivien Leigh: una fan barcelonesa subasta 50 reliquias
Elvira Clara Bonet, amiga de la actriz, se desprende de decenas de objetos personales "por necesidad"
30 abril, 2021 19:45Corría el año 1957 cuando Elvira Clara Bonet envió su primera carta al número 54 de Eaton Square, en Londres. Ahí vivía Vivien Leigh, la eterna Sclarlett O'Hara de Lo que el viento se llevó, cuya actuación la había dejado fascinada en el cine y de la que conoció su dirección al verla publicada en la revista Fotogramas. En tan solo ocho días recibió respuesta, y a partir de aquel momento forjaron una amistad que se alargó durante una década, hasta que en julio de 1967 la actriz falleció de tuberculosis. Desde entonces, la fan barcelonesa de Leigh acumuló en su casa de Horta decenas de objetos personales de la artista. Unas reliquias de las que ahora tiene que desprenderse.
A sus 80 años, Elvira Clara Bonet todavía conserva una cincuentena de pequeños tesoros que fueron propiedad de la actriz, entre los que se encuentran una pitillera de plata y oro de ley, cubiertos de madera de tallada, dos pares de zapatos –unos de charol negro y otros de piel de cocodrilo, un frasco de perfume Chant d'Aròmes, un camisón –con una quemadura, accidente de la artista mientras fumaba con boquilla–, una pulsera, un broche e incluso algunas fotografías inéditas de su luna de miel con Laurence Olivier, en las que ella aparece desnuda y él muestra el culo. Todos estos objetos, y algunos más, saldrán a subasta en Setdart el próximo 26 de mayo. Dice la catalana que "por necesidad".
"Lo que más lástima me produce es no tener ninguna foto con ella", ha explicado Elvira Clara Bonet en la presentación del evento. Tampoco le pidió jamás un autógrafo, aunque se cartearon más de 40 veces durante los 10 años que duró su amistad. En dos ocasiones estuvo en su casa de Londres de visita; y cuando falleció acudió al funeral con invitación del actor John Merivale, su última pareja sentimental. De hecho, al morir Vivien Leigh, hizo migas con su familia, y muchos de los objetos personales de la actriz, acumulados con el paso de los años, fueron regalos de sus parientes, que la obsequiaron por su "cariño y devoción a su figura". Con orgullo puede afirmar que "nada es comprado".
El precio estimado de cada uno de los objetos varía considerablemente. De los 60 euros de unos amuletos de la actriz a los 7.500 de sus fotografías más íntimas o una agenda personal. Aunque para Elvira Clara Bonet, el valor de todos ellos realmente es sentimental. Y es incalculable.