Va por ti, Conxa Pérez Collada
Una placa en el cruce de Borrell con Tamarit, recuerda el nombre de la plaza que rinde homenaje a una gran mujer sindicalista, libertaria y paradista de Sant Antoni
30 septiembre, 2021 00:00Noticias relacionadas
Es mucho más que una placa con el nombre de la vía. Colocada en una de las caras de un pequeño monolito, a la sombra de un árbol situado en el cruce las calles de Borrell y Tamarit, en un extremo del mercado de Sant Antoni, es en realidad un homenaje a una gran mujer: Conxa Pérez Collada.
Nació en Les Corts en 1915, pero trabajó durante décadas en el mercado de Sant Antoni, donde regentó un pequeño puesto de bisutería y de ropa interior, que durante el franquismo fue un punto de encuentro clandestino para anarquistas; la trinchera desde la que Conxa defendió el ideal libertario que la acompañó hasta su muerte, a los 98 años.
El antifascismo militante marco la vida de esta mujer, hija de anarquista. Ella misma explicaba que la noticia del inicio de la guerra civil le llegó estando en el bar Los Federales del barrio donde nació. Y, siendo miembro del colectivo Dones del 36, compartió en diversas ocasiones una anécdota sobre cómo al conocerse la noticia, los anarquistas decidieron asaltar el cuartel de Pedralbes en busca de armas y cómo lograron hacerse con los fusiles, sí… ¡Pero olvidaron coger las balas!
UNA MUJER DE ARMAS TOMAR
Conxa se unió a este colectivo femenino, destinado a conservar y reivindicar el papel de las mujeres en la guerra. a finales de los años 90 del siglo XX, por insistencia de Llum Ventura, madre de la iniciativa. Pero la trayectoria de luchadora libertaria empezó muchas décadas antes.
En 1932 se afilió a la FAI y en 1933 fue detenida por llevar una pistola escondida en el pecho para ayudar al compañero a quien en realidad pertenecía el arma. Su acto de protección la llevó a la prisión de mujeres de Reina Amàlia, en el Raval. Fue militante de la CNT y de la CGT, y luchó en Belchite. En diciembre de 1938 abandonó Barcelona y fue trasladada al campo de refugiados de Argelès. Pero volvió a su ciudad natal en 1942 y abrió el puesto en el mercado de Sant Antoni, después de trabajar algún tiempo como empleada doméstica.
Conxa falleció en 2014 en una residencia de la Barceloneta, donde pasó sus últimos años de vida. Y murió con las botas puestas, como parte activa de la lucha vecinal hasta el último momento. Una mujer de armas tomar.
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