Barcelona recuperará este 2021 el tradicional pesebre de la plaza de Sant Jaume. El año pasado, la instalación no se hizo ante la negativa evolución de la pandemia para evitar aglomeraciones. Un año después, el belén, al que año tras año acompaña la polémica por su presentación artística o los elevados costes, se hará de nuevo.

Fuentes del Instituto de Cultura de Barcelona (Icub), que forma parte del Ayuntamiento, confirman que Barcelona tendrá pesebre este año. Pero aquí se acaba la información facilitada por la administración pública. Metrópoli ha preguntado al servicio de prensa por los costes, artista y fechas en qué se podrá visitar. Sin embargo, el Icub no ha dado respuesta a los requerimientos informativos y ha emplazado a este medio una presentación publica más adelante.

EN 2019, CERCA DE 100.000 EUROS

El pesebre de la plaza de Sant Jaume suele tener unos costes elevados. Por el del 2019 se pagó cerca de 100.000 euros. El presupuesto de licitación de la creación, montaje y desmontaje del pesebre fue de 80.295 euros sin IVA, mientras que con el impuesto (del 21%) alcanzó los 97.156,95 euros [ver aquí]. Este 2021, en la página de contratación pública no aparece por ahora ninguna licitación.

El pesebre de la plaza de Sant Jaume de 2017 / EP



El contrato de 2019 fue adjudicado a Paula Bosch Bartrina, la misma artista autora del belén, que representaba un montón de cajas unas encima de las otras con figuras en su interior. Josep Bou, presidente del PP en el Ayuntamiento, dijo que parecía "un punto verde de recogida de residuos". La instalación recordaba en exceso a una escultura hecha en 2006 en el distrito de Sant Martí con objetos sacados de los contenedores.

HASTA 148.000 EUROS EN 2017

En 2018, el pesebre todavía fue más caro. El gobierno de Ada Colau despilfarró 114.000 euros. El tradicional elemento navideño recibió múltiples críticas. Varias personas lo definieron como un “auténtico bodrio” y una “basura”. A diversos partidos de la oposición tampoco les gustó. El belén elegido se limitaba a varias sillas vacías alrededor de una mesa que simulaban a los personajes tradicionales que aparecen en la escena navideña, como el niño Jesús, la virgen María y San José.

En 2017, el coste todavía fue más escandaloso: llegó a los 148.000 euros. Colau pagó esa desorbitada cantidad por 25 mástiles de madera con figuras características de la Navidad de color blanco en la parte superior. Según el entonces presidente del PP en el consistorio, Alberto Fernádez Díaz, se trató de un "pseudo-pesebre de diseño" que la mayoría de gente no entendía.

EL BUTANERO DE CLOS Y MAYOL

La polémica del pesebre de Sant Jaume acompaña las fiestas de Navidad de Barcelona desde hace años. En tiempos del alcalde Joan Clos, en 2004, se puso en el belén un butanero recortable, y un año después se decidió sacar la figura del caganer. Eran tiempos en los que ecosocialistas también gobernaban a la ciudad, aunque la cabeza de lista era Imma Mayol.

Pesebre de la Navidad de 2018 en Sant Jaume / CARLOS RUFAS

Pesebre de la Navidad de 2018 en Sant Jaume / CARLOS  RUFAS

LOS ABETOS NAVIDEÑOS DE MAYOL

Como presidenta de Parques y Jardines, Mayol fue una de las artífices de que Barcelona tuviera grotescos pesebres. Pero si por algo es recordada Mayol es por los abetos navideños a pedales que se iluminaban por el esfuerzo del ciclista de turno. La iniciativa, presentada en 2008, fue muy criticada y le costó a la ciudad 214.000 euros. Fueron situados en puntos céntricos, pero un año más tarde el ruido mediático los desterró al Salón de la Infancia de Montjuïc donde pasaron sin pena ni gloria. En tiempos de Xavier Trias, los abetos de Mayol fueron destruidos.

Ese año, 2008, el niño Jesús del belén de la plaza de Sant Jaume fue robado. Los ladrones también se llevaron una oveja. Los vigilantes pusieron de día una réplica, que de noche guardaban para evitar que fuera hurtada de nuevo. Los robos llevaban años sucediéndose. El niño Jesús había desaparecido otras veces, al igual que los caganers, explicaron los vigilantes entonces. 

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