El queratocono es uno de los desórdenes degenerativos más comunes en la córnea. Consiste en la aclaración y la deformación progresiva del tejido córneo. La forma esférica de la córnea cambia a una forma cónica, formando un astigmatismo irregular que deforma las imágenes y provoca la disminución de la visión.
Esta alteración ocular es el tipo más común de queratectasia o ectasia corneal. Se puede desarrollar sólo en un ojo o en los dos ojos a la vez. Cuando una persona la padece, la forma de la córnea se altera y la visión se distorsiona.
¿CÓMO SE MANIFIESTA?
El queratocono es una alteración de la córnea, la superficie externa frontal transparente del ojo y en forma de cúpula, que se hace más fina en su parte central o paracentral. El adelgazamiento se acompaña de un aumento progresivo de la curvatura de la córnea, que pasa de esférica a cónica. La detección es fundamental para atajar su progresión.
Literalmente, queratocono significa "córnea en forma de cono". Como consecuencia, se dan alteraciones en la graduación ocular, inducción al astigmatismo irregular o miopía. Su incidencia es de 1 a 46 casos anuales por 2.000 habitantes y la prevalencia de 54,5 por cada 10.000, cifra que representa el 0,05%.
LOS SÍNTOMAS
La doctora Spyridoula Souki, oftalmóloga especialista en córnea del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitari General de Catalunya OMIQ, explica que "el síntoma principal del queratocono es una disminución de la agudeza visual, visión borrosa y sensibilidad a la luz. “Con el paso del tiempo se acompaña de la aparición o el empeoramiento de un astigmatismo previo y suele presentarse de forma bilateral, en los dos ojos, con diferentes grados de afectación en cada ojo (asimétrico)" concreta la experta.
Esta anomalía se empieza a manifestar entre los diez y los 25 años de edad y puede progresar lentamente durante una década. "Hay que sospechar el queratocono en pacientes jóvenes que necesitan frecuentes cambios en la graduación de las gafas. Cuando el astigmatismo o la miopía avanzan de forma súbita en gente joven, sufriendo cambios repetidos en su graduación y visión borrosa, hay que descartar el queratocono lo antes posible ya que es la primera causa de trasplante corneal en pacientes jóvenes", puntualiza Souki.
HAY SOLUCIONES
La doctora afirma que "no existen medidas preventivas que eviten el queratocono, pero que hay tratamientos para frenarlo”. “Es clave la detección precoz para evitar los casos avanzados, que sólo se podrán solucionar mediante el trasplante corneal” explica la oftalmóloga.
Para el diagnóstico, es necesario realizar un estudio con una topografía corneal y una exploración oftalmológica completa. En su etapa inicial o en los casos leves, es posible corregir los problemas de visión utilizando gafas o lentillas para subsanar el defecto refractivo y mejorar la agudeza visual.
TRATAMIENTOS QUIRÚRGICOS
En los casos moderados para frenar la progresión del queratocono se utilizan tratamientos quirúrgicos como el cross-linking corneal o los anillos intraestromales cuando el astigmatismo irregular produce alteraciones ópticas severas. “Si la afección progresa a un estado grave, la solución definitiva es la queratoplastia o trasplante de córnea, que consiste en el reemplazo parcial o total de la córnea del paciente", manifiesta la oftalmóloga del Hospital General de Cataluña.
El cross-linking corneal es un procedimiento quirúrgico seguro y eficaz en las etapas leves y moderadas de la enfermedad, que utiliza la radiación ultravioleta junto con una solución de vitamina B2 para fortalecer el colágeno de la córnea para detener la evolución y reducir la deformación progresiva.
La intervención quirúrgica para la colocación de anillos intraestromales consiste en implantar unos anillos semicirculares en la zona central de la córnea para regularizar la superficie corneal y mejorar las alteraciones ópticas producidas por el queratocono.
CAUSAS: HEREDITARIA Y AMBIENTAL
También es recomendable que los familiares directos de los enfermos de queratocono se sometan a revisiones oftalmológicas, ya que al tener carga genética pueden ser portadores de la enfermedad. A menudo se encuentra una relación familiar (causa hereditaria), pero también se ha relacionado con un factor ambiental muy importante: frotarse los ojos de forma vigorosa puede inducir un queratocono incluso en córneas sanas.
Hay estudios que sugieren que patologías relacionadas con atopia o alergia ocular, o cualquier patología que induzca un frotamiento habitual de los ojos, puede inducir la formación del queratocono. Otros factores de riesgo son tener ciertas afecciones, como retinitis pigmentaria, síndrome de Down, síndrome de Ehlers-Danlos o fiebre del heno y asma.