Adiós al buen tiempo: llegan tormentas y una ola de aire frío a Barcelona
A partir del viernes las precipitaciones se apoderarán de la ciudad con termómetros que no superarán los 10ºC
9 febrero, 2022 10:26Noticias relacionadas
Acaba la monotonía meteorológica. A partir de este viernes, 11 de febrero, las temperaturas caerán en picado en la capital catalana y las precipitaciones tomarán el protagonismo durante el fin de semana. Tras varios días sin una sola gota de lluvia, este sábado las tormentas se apoderarán de la Ciudad Condal y la humedad será 72%.
LLUVIAS A FINALES DE SEMANA
Según las primeras previsiones meteorológicas realizadas por Meteored, se prevé un ambiente seco y frío a finales de semana y lluvia intensa el sábado y el domingo. Las lluvias irían perdiendo fuerza con el paso de las horas, aunque se mantendrían hasta el anochecer e incluso podrían repetirse durante la madrugada del lunes.
Los termómetros empezarán a descender a finales de semana y las temperaturas no superarán los 10 grados. Las mínimas se moverán entre los 6ºC y los 8ºC y se alargará la situación hasta bien entrada la tercera semana de mes.
Finalmente, los vientos soplarán de componente este en el área mediterránea centro y sur, con intervalos de levante fuerte en el Estrecho, perdiendo intensidad.
SEQUÍA
Cabe recordar que Cataluña está en prealerta por sequía tras dos meses sin lluvias, con los pantanos al 56% de su capacidad y la amenaza de restricciones si bajan del 40% y se tiene que decretar la alerta por escasez de agua, unas reservas que se acabarían en otoño si las precipitaciones no lo remedian.
Fuentes de la Agencia Catalana del Agua (ACA) señalan que actualmente el sistema Ter-Llobregat --el que da servicio a la mayor parte de la población catalana-- tiene un 56% de reservas de agua, un porcentaje que hace un año era del 86%. La situación más preocupante se da en los embalses de Tarragona, ya que el de Riudecanyes está al 21% de su capacidad y el de Siurana apenas llega al 30%.
En diciembre sólo se recogieron 12 litros de agua por metro cuadrado, la mayoría en el Pirineo occidental, mientras que enero está siendo uno de los más secos de los últimos años.