Una torre de leyenda en Sant Martí
La Torre del Fang, del siglo XII, fue escenario de una truculenta historia de pasión, infidelidad y venganza protagonizada por Dolça de Provença
22 febrero, 2022 00:00Noticias relacionadas
En la calle del Clot, entre el puente de Calatrava y el de Espronceda, se alza un edificio peculiar que, bajo su estado de abandono, esconde siglos de existencia y una leyenda de amores prohibidos.
El dietario de la Generalitat del 23 de febrero de 1559 ya menciona el edificio, aunque con el nombre de Torre de la Virgen María. Y el escudo que preside la puerta principal demuestra su pertenencia al Condado de Barcelona, dato que certificaría su existencia, aunque no con el mismo aspecto, en el siglo XII.
CRUEL VENGANZA
Sólo así se explica la antigua leyenda del Corazón Comido. Explica esta antigua historia que Dolça de de Provença llegó a Cataluña en el año 1112 para casarse con Ramón Berenguer, junto a un nutrido grupo de caballeros provenzales destinados a hacerle compañía. El conde les dio a todos ellos propiedades en las afueras de la ciudad e hizo construir una casa de campo, la Torre del Fang, para su mujer. Allí pasaba Dolça largas temporadas rodeada de su gente, hasta que el conde descubrió que el interés de la dama no era tanto por sus paisanos como por un joven trovador provenzal.
Ramón Berenguer lo hizo capturar en secreto para torturarlo y matarlo. Ordenó que le arrancaran el corazón y se lo sirvieran cocinado y acompañado de otras viandas a Dolça, que se lo comió sin saberlo. Cuando el conde le confesó a su mujer lo que había comido, decidió no comer nada nunca más. Y así fue como la dama murió de hambre.
EJÉRCITO BORBÓNICO
Al margen de esta leyenda que nos remite al siglo XII, cabe destacar que la edificación que ha llegado hasta nuestros días es posterior. De hecho, las dos fachadas más antiguas datan de finales del siglo XIII –principios del XIV y XV–, y corresponden a las de la calle del Clot –realizadas con sillares de piedra– y la esquina de Espronceda –con muros de mampostería ligada con arcilla–, respectivamente.
Un estudio realizado por el gabinete Aqaba explica que la Torre del Fang es sólo una de las casi 30 casas que había en Sant Martí y la edificación más antigua de la zona. Su propiedad estuvo siempre relacionada con familias importantes barcelonesas. Con los años, la masía y sus tierras pasaron por donación al clero. Y, en 1713 y 1714, fue utilizada por el ejército borbónico para bombardear Barcelona.
ASPECTO DESCUIDADO
Mirando su fachada maltratada por el tiempo, cuesta creer, pero parece ser que este fue en su momento un lugar privilegiado. Por un lado, su proximidad al Rec Comtal favorecía las tareas agrícolas y, por otro, estaba situada en una vía principal, ya que la calle del Clot (antes carretera de Ribas) había sido el camino real que salía desde el portal Nou de las murallas de Barcelona hasta Sant Andreu del Palomar y San Martín.
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