La mama tuberosa es una patología congénita que afecta al desarrollo de las glándulas mamarias que causa diferentes deformidades que tienen en común una base de la mama constreñida, que obliga a la mama a crecer por la zona de mayor debilidad, que es la areola.
Esta alteración anatómica tiene como característica común una forma cónica y no redondeada del pecho, demasiada separación entre ambas mamas y la falta de crecimiento o desarrollo fundamentalmente de la parte inferior e interna del pecho femenino.
LA CIRUGÍA, PRINCIPAL SOLUCIÓN
Se trata de una enfermedad muy estigmatizante, cuya prevalencia no está clara, debido en parte a la dificultad de su diagnóstico en las formas más leves. La solución para esta patología pasa por diferentes intervenciones quirúrgicas para expandir el polo inferior de la mama, pero hasta ahora sus resultados no acababan de ser del todo satisfactorios.
La operación modifica la glándula mamaria mediante una redistribución quirúrgica, la eliminación del tejido areolar excedente y la colocación de implantes a través de una incisión areolar después de que se haya corregido la deformidad interna. La intervención requiere de anestesia general y de un ingreso hospitalario de 24 horas.
UN NUEVO TRATAMIENTO
Dos cirujanos del Departamento de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética del Hospital Quirónsalud Barcelona, Mireia Ruiz y Bruce Dos Santos, han desarrollado un nuevo procedimiento para el tratamiento de la mama tuberosa que logra que el resultado final se asemeje a una mama normal.
"Nosotros hemos planteado una expansión del polo inferior de la mama diferente a las que se estaban haciendo normalmente, en la que hemos incluido un injerto de grasa o liporrelleno como parte de nuestro plan quirúrgico que complementa la expansión del polo inferior", ha explicado Ruiz-Castilla.
AFECTA A LA AUTOESTIMA
Las mamas tuberosas son una malformación que acompleja mucho a las mujeres que la padecen, ya que “ven muy limitada su vida social, no van al gimnasio para no desnudarse o les cuesta mucho ir a la playa. Esto acaba ocasionándoles un gran estigma, pero una vez que se operan se sienten muy aliviadas”, apunta la cirujana de Quirónsalud
Es difícil conocer la incidencia exacta de esta enfermedad, ya que muchas mujeres que la sufren no son conscientes de que tienen una mama tuberosa hasta que llegan a la consulta del cirujano plástico. “Hasta el 95% de las pacientes que llegan a la consulta para realizar un cambio de forma de sus senos lo hacen por causa de una mama tuberosa”, añade la Dra. Ruiz-Castilla, quien añade que esto implica que hasta el 90% de las cirugías por deformidad mamaria sean de esta patología.
MEJORES RESULTADOS
Aunque se trata de una anomalía leve, fácilmente corregible con cirugía, hasta la fecha la mayoría de las técnicas empleadas no lograban un resultado plenamente satisfactorio.
“Las técnicas que se están usando obtienen buenos resultados pero limitados, y siempre se nota que había este problema. Con nuestra técnica se consigue en cambio una evolución hacia una mama totalmente normal”, concluye la especialista.