Renovarse o morir. La última cabina telefónica de Barcelona tiene un nuevo uso: el de biblioteca urbana. Este objeto ha sido reinaugurado como un espacio de intercambio de libros, con servicio de wifi, espacio de recarga de móviles y una pantalla para informar de las actividades culturales que se organicen en la zona.
El primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, y el gerente del Instituto Municipal de Paisaje Urbà, Xavi Matilla, han participado en el acto inaugural. En el evento se ha destapado la cabina y los asistentes han podido entrar a ver el espacio interior, adaptado con estanterías y con capacidad para unos 200 libros.
RESTAURACIÓN
La cabina, ubicada en la plaza de Meguidó de Sant Genís dels Agudells ha sido restaurada y transformada –durante un año– por un taller de Mataró. Las mejoras se han realizado con planos originales de la compañía Telefónica para respetar al máximo el diseño original.
Los nuevos rótulos de la cabina se han diseñado según tipografías y cromatismos de la época, se han mejorado las condiciones de ventilación, cuenta con cristales antivandálicos y protección antigrafiti, iluminación propia y puerta automática.
La instalación incluirá otros servicios –que el Ayuntamiento no concreta– además de ser un punto de cross booking. Con anterioridad, la cabina fue protagonista de una serie de cortos cinematográficos.
73.000 EUROS
El uso del punto de intercambio de libros para la última cabina se decidió en una consulta vecinal en 2017, y esta opción se impuso en número de votos entre 93 ideas de usos.
Tal y como avanzó entonces Metrópoli, las obras de restauración y reubicación del locutorio costarán a las arcas públicas un total de 73,350,61 euros. Fuentes municipales reconocieron entonces que la recuperación de cabina era cara. Argumentaban que se encontraba en muy mal estado y la restauración sería costosa.