Loquillo: “La gente ahora tiene que divertirse”

Unas ganas enormes de pasar una jornada de fiesta, sin que la lluvia lo evitara. La fábrica Damm se llenó este Sant Jordi, en las diferentes actividades que se habían organizado. Largas colas para obtener la firma de Loquillo, que acaba de publicar una biografía que ha escrito Felipe Cabrerizo. Los dos firmaron, charlaron y se hicieron fotos con familias enteras, mientras lado, en el Market, otros compraban libros y discos en vinilo. El mensaje de Loquillo, que vive en San Sebastián, pero está al tanto de todo lo que sucede en Barcelona, fue claro: “La gente ahora tiene que divertirse”.

La lluvia arreciaba, pero también permitió diversas treguas a lo largo del día. Y eso permitió que jóvenes y parejas de cuarentones, llenaran el patio de la fábrica Damm, con puestos de comida y bedida. El ambiente era de concierto de rock, cercano al verano. Los más aficionados se concentraron en la actuación de Mishima, la banda de David Carabén. Pero había oferta para todos los gustos, con nombres como Joan Dausà, La Pegatina, Blaumunt, Ferran Palau o Sara Roy.

Loquillo, con Felipe Cabrerizo, autor de 'Loquillo', la biografía del artista, en la fábrica Damm / MA

Era Sant Jordi y había rosas, pero el día se tomó como una gran previa de los meses de verano, con jóvenes ávidos de diversión, sin mascarillas y con la música como gran reclamo. Loquillo, que tenía otros compromisos para firmar el libro de Cabrerizo en otros puntos de la ciudad, aprovechó su momento, con claros mensajes a quien se acercaba para que se diviertan y amen la música rock.

FOTO EN LA PLAZA REAL

Hacían cola viejos rockeros y familias con niños, con discos significativos bajo el brazo e ilustraciones con la imagen de Loquillo. Uno de ellos sacó el vinilo más esperado, Los tiempos están cambiando, de 1980, un disco en el que se recogen temas que el artista nunca ha dejado de cantar en los conciertos en directo, como Cadillac Solitario, Rock and Roll Star, o Esto no es Hawaii (Qué Wai). Loquillo explicó al rockero veterano que su foto en la portada fue tomada en la plaza real, donde acudían los soldados de Estados Unidos a escuchar rock, los que visitaban Barcelona como integrantes de la Sexta Flota Americana.

Asistentes a los conciertos en la fábrica Damm en Sant Jordi / MA

Y de la cola con Loquillo, con el libro bajo el brazo, las familias se disponían a comer en las paradas de food trucks y escuchar la música que les llegaba de dos recintos, un al aire libre, aunque recogido y que fue buen recibido cuando arreció la lluvia, y otro interior, con ambiente más propio del concierto de rock nocturno. Con aire festivo, en Sant Jordi, jóvenes y parejas maduras entraban y salían de uno a otro lado, con una sensación de que hay que aprovechar el nuevo momento: el inicio de una primavera complicada, con una fuerte inflación, con una gran incertidumbre todavía, con una guerra en el continente europeo, pero con el fin también de la pandemia, sin la necesidad ya de llevar mascarillas en interiores de locales.

CANTAR TODAS LAS CANCIONES

Loquillo, conocedor también de las circunstancias políticas y sociales en Barcelona en los últimos diez años, irradiaba alegría, con esa idea de que la gente, pese a todo, debe divertirse, tomarse las cosas con algo más de ligereza, dejarse ir y sentir la vida.

Asistentes en el día de Sant Jordi en la fábrica Damm / MA

Y de eso se trató en la fábrica Damm, con música en directo, con jóvenes dispuestos a cantar todas las canciones.