Las mercerías están en jaque en Barcelona. Cada vez es más complicado dar con una tienda para encontrar artículos de costura como alfileres, hilos o botones en muchos barrios de la capital catalana. Aunque todavía resisten algunos comercios históricos, es un negocio que, en algunas zonas, ya se han declarado en extinción.
Además de las inevitables consecuencias del paso del tiempo y el auge del fast fashion, que deja fuera del mercado a las confecciones personalizadas y retoques, los estragos de la pandemia también han afectado al sector.
'E-COMMERCE'
A pesar de que durante el confinamiento muchos ciudadanos se aficionaron a la costura, las restricciones hicieron que todas las compras de material se realizasen online. "Es a lo que se han acostumbrado los clientes", lamenta Maite, que cerró su mercería en Sant Martí hace más de 10 años.
"Cuando necesito algo me tengo que desplazar al centro de la ciudad. Ya no hay mercerías en los barrios", denuncia Saray, una aficionada a la costura. "Es cierto que en Internet puedes encontrar todo el material, pero se echa en falta poder comprar algún producto de emergencia cerca de casa", añade.
CIERRE DE LOCALES
En este contexto, en los últimos años son muchas las mercerías que han bajado la persiana en Barcelona. Recientemente, la histórica mercería Casa Alié, abierta hace 85 años, tomó la decisión de dejar el Raval para trasladarse a Badalona, donde contará con un local que se adecuará más a su modelo de negocio: la venta al por mayor.
Fuentes de Casa Alié explican a Metrópoli que el traslado supone una mejora para la empresa. La nave desde la que operarán en Badalona está en Montigalà, donde ya funcionan otras empresas, sus principales clientes, y la carga y la descarga será más sencilla.
VENTAS AL POR MAYOR
Como en Casa Alié, hay muchas otras mercerías que se dedican en exclusiva a la venta al por mayor. Este es otro punto que preocupa a los clientes que echan en falta el concepto de "mercería de barrio", ya que es un concepto que limita las compras puntuales.
No obstante, en la capital catalana todavía resisten algunas mercerías que siguen el modelo "de toda la vida", algunas de ellas históricas. Metrópoli ha recogido algunos de los comercios supervivientes, la mayoría de ellos ubicados en el centro de Barcelona. De hecho, la oferta de costura de la capital catalana se concentra, prácticamente en su totalidad, en el barrio Gòtic y en sus alrededores.
MERCERÍA SANTA ANA
La mercería Santa Ana es uno de los comercios de toda la vida más conocidos entre los barceloneses. Ubicada en el barrio Gòtic, se inauguró en el año 1935 y se convirtió en toda una referencia del sector.
Venden tanto al por menor como al por mayor y también cuentan con un canal de venta online para distribuir sus productos en toda España.
También destacan por sus talleres y eventos de costura, que realizan puntualmente en su establecimiento. En concreto, se ubica en el número 22 de la calle de les Moles, muy cercana a la plaza de Urquinaona.
TRASLADO
La mercería Santa Ana empezó su recorrido en la emblemática calle del Portal de l'Àngel. No obstante, en 2016 sus propietarios alquilaron el local a Oysho (Inditex) después de 81 años de actividad.
"La incomodidad del lugar y la proliferación del turismo" fueron los motivos que indujeron al traslado, ya que la mercería quería enfocar su propuesta al cliente tradicional.
CASA FÈLIX
Otra de las mercerías que sobreviven en Barcelona es Casa Fèlix, que también se ubica en el Gòtic. Abrió sus puertas en 1939 y, con el paso del tiempo, ha optado por adaptarse a las nuevas tendencias de costura con artículos para encajeras, punto de cruz o patchwork.
Su especialidad es la venta de tijeras para labores y costura, y también tienen todos los materiales clásicos de forrería y entretelas. En concreto, se ubica en el número 4 de la plaza de la Vila de Madrid.
RIBES&CASALS
A pesar de que están especializados en telas para moda, hogar y ocio, Ribes&Casals también ofrece todo tipo de productos de costura desde 1933.
En un amplio local lleno de enormes estanterías, cuentan con todo tipo de artículos para iniciarse en el arte de la costura. En concreto, se ubica en el número 7 de la calle de Roger de Llúria, también en el centro de la ciudad -muy cerca del barrio Gòtic, junto a la plaza de Urquinaona-.
FENT PUNT
La tradición también resiste en Les Corts con su mercería Fent Punt. Conservan el modelo de "toda la vida" y cuentan con una gran variedad de productos, desde botones y cremalleras hasta todo tipo de hilos.
Además, se caracterizan por su lana, que definen como "la mejor del mundo" para hacer jerséis y complementos.
Se encuentra en el número 46 de la Gran Via de les Corts Catalanes.
MERCERÍA BARCELONA
En el Putxet se encuentra mercería Barcelona, una tienda que, a pesar de destacar por sus máquinas de coser, también venden todos los artículos necesarios para los arreglos de prendas de ropa.
Los fanáticos de la costura aseguran que aquí se puede encontrar "de todo", por lo que se convierte en un lugar idóneo para aficionados y para modistas.
Se ubica en el número 162 de la ronda del General Mitre.