Todos los fines de semana se monta el mercado del Raval para crear un espacio alternativo para las compras y el ocio en el que es posible encontrar frutas y verduras o la moda más artesana.
La Rambla del Raval es un espacio icónico para el barrio y para el resto de la ciudad de Barcelona. Por este motivo, es normal que los fines de semana este lugar se use para mostrar uno de los lados más genuinos de la zona a través de un enorme mercado al aire libre.
Este se ha convertido en un espacio para creadores independientes y para los que buscan hacer sus compras de una forma sostenible confiando en productores de cercanía.
ARTESANÍA, EL SECRETO DEL MERCADO
El mercado abierto del Raval ofrece muchos tipos de productos a lo largo de todos sus puestos. Sin embargo, es imposible no reconocer que buena parte de lo más buscado es la artesanía que se concentra en sus paradas.
Accesorios, prendas de ropa o complementos para el hogar copan muchos de los tenderetes que se montan en la zona. Lo mejor de todo es que suelen estar elaborados por las personas que los venden, algo que es complicado de encontrar en otros espacios.
La artesanía fue el origen mismo del mercadillo. El Raval siempre ha sido una zona en la que la producción alternativa y la venta directa de estos productos han tenido mucha importancia, por lo que no es nada raro que sean estos artículos los que ofrecen la oportunidad de hacer una compra diferente.
Además, la apuesta de los artesanos del Raval por los materiales reciclados es muy potente. Gracias a ello, casi todo lo que se puede comprar aquí tiene un completo sello de sostenibilidad, y es que no hay nada mejor que aprovechar lo que ya no se usa para crear nuevos objetos.
COMPRA Y DIVERSIÓN
Pero el mercado del Raval no se puede definir solamente como un simple mercadillo de artesanía. Ni mucho menos, y es que son muchos los puestos que ofrecen otros productos.
Por ejemplo, los de frutas y verduras han alcanzado una gran popularidad. Son muchos los barceloneses que no dudan en visitar este mercado para comprar alimentos que, en la mayoría de ocasiones, vienen de las propias huertas de las personas que los venden.
Esto se traduce en un consumo de cercanía que es imposible llevar a cabo en las grandes superficies comerciales y, además, en una apuesta por los cultivos sostenibles.
Tampoco el ocio se ha quedado de lado en el mercado del Raval. Durante su celebración, es normal ver conciertos y otras actividades en las carpas lúdicas que se montan. Muchas de ellas se enfocan a los más pequeños para que estos disfruten mientras los mayores hacen las compras, aunque hay propuestas para todos los públicos.
Y tampoco faltan los espacios gastronómicos. Pequeños reductos como Jaima permiten tomar un té y dulces elaborados con tradicionales recetas árabes para hacer más amena la visita a uno de los mercados icónicos de Barcelona.
HORARIOS
El mercado se monta todos los sábados y domingos entre el 1 de septiembre y el 27 de julio en un horario que va desde las 11 hasta las 21 horas. En los meses de verano, este mercadillo desaparece para dejar espacio a otros planes de ocio.
El mercado del Raval se ha convertido en un lugar ideal para disfrutar de una oferta de ocio alternativa y para hacer compras de proximidad tanto de artesanía como de productos de consumo, como las frutas y verduras.
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