La Farinera de Aribau: un templo para la mujer del siglo XXI

Escondido en un patio de isla, al fondo de un pasaje al que se accede desde un portal en el número 226 de la calle Aribau, se alza algo así como un innovador “templo” para la mujer actual: el Juno House Club. Ubicado en Sarrià-Sant Gervasi, pero muy cerca del Eixample, no es un gimnasio ni un coworking al uso ni un centro de cuidados, sino un espacio exclusivo, inspirado en los clubes femeninos de Nueva York, a la medida de la mujer de hoy y destinado a fortalecer el emprendimiento femenino.

Un espacio cómodo, versátil, donde mujeres posicionadas profesionalmente pueden conectarse entre ellas para escalar en sus carreras de forma colaborativa, con todo el apoyo que necesitan para la conciliación: espacio para dejar a los niños cuando tienen reuniones, sala de yoga o meditación o um club tipo speakeasy para tomar una copa.

Por dentro, un concepto pensado por y para mujeres del siglo XXI; por fuera, un edificio histórico de finales del XIX. Sí, la Farinera de Aribau nació como fábrica y, pese a ser una construcción industrial centenaria no se encuentra protegida. Rehabilitada hace algunos años por el estudio de arquitectura Bogom, este llamativo edificio de color crema con la decoración de las ventanas y puertas en color teja, es todo lo que queda de un complejo industrial dedicado a la elaboración de harinas.

FORMA DE FÁBRICA

Su diseño en forma de fábrica de cinco plantas responde a la voluntad de rentabilizar la energía que hacía mover las máquinas y de aprovechar al máximo la luz solar. En los años 30 del siglo XIX, se incorporaron en el interior de la Farinera las columnas de hierro fundido que aún pueden verse en su interior y que permitían crear en cada planta un espacio abierto y diáfano.

Nada que ver con su aspecto interior actual, diseñado por The Room Studio y distribuido en dos ambientes: una parte, integrada por servicios profesionales, de bienestar y family friendly, y otro, destinado a desarrollo profesional, centro de negocio y networking. En total, 1.400 m2, ni un hombre, y una sola condición para entrar en él: ser mujer. Si Juno, diosa romana de la fertilidad, el matrimonio y la familia, reina de los dioses y del cielo, levantará la cabeza...

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