Finalmente la expareja ha logrado cerrar el acuerdo que fija el régimen de guarda y custodia de sus hijos, Milan y Sasha. Ha sido durante la noche del 7 al 8 de noviembre cuando se ha logrado llegar a un consenso. Tras once reuniones y doce horas de conversaciones, Gerard Piqué ha dado su brazo a torcer y Shakira ha tenido la última palabra: Milan y Sasha se van con su madre a vivir a Miami.
Estas serán las últimas navidades que los niños pasarán en Barcelona. En cuanto comience 2023, Piqué dirá adiós a sus hijos. El ya exfutbolista se distanciará de ellos para que los menores no tengan que vivir una separación de sus padres aún más dramática. A cambio, Piqué les podrá visitar al otro lado del Atlántico siempre que desee. En estos momentos, la ex pareja ya redacta un comunicado sobre el acuerdo que se hará público en breve.
Shakira y Gerard Piqué en una imagen de archivo
12 HORAS DE NEGOCIACIÓN
Piqué finalmente ha cedido a sacrificarse para que los niños no vivan una experiencia traumática. Después de cinco meses intensos de reuniones y negociaciones in extremis, pasadas las doce de la noche del martes 8 de noviembre, la expareja ha librado la última batalla que les unía: la custodia de sus hijos.
El escenario del acuerdo ha sido la famosa casa de la urbanización Ciudad Diagonal en Esplugues de Llobregat, hasta hace poco domicilio de la familia. Sobre las 14.00 horas de la tarde, Piqué llegó a la casa, sorteando a los periodistas, donde ya le esperaban sus abogados y también los de su exmujer. Shakira aguardaba dentro del domicilio desde las 13 horas. Entonces comenzó una negociación que se prolongó hasta bien entrada la medianoche.
EVITAN IR A JUICIO
En un primer momento, el futbolista no estaba de acuerdo con tener a sus hijos a 7.500 km de distancia. Su poscionamiento contrastaba con la idea de Shakira, quien siempre tuvo claro que quería desvincularse de Barcelona y volver a su soberbia mansión en El Dorado, en Miami.
Shakira y Gerard Piqué en una imagen de archivo
Para evitar ir a juicio, finalmente Piqué ha decidido dar un paso atrás por el bien de los niños. Él mismo ha firmado el fin de una negociación dolorosa para no acabar en los tribunales.
Con este escenario y con los papeles firmados, Milan y Sasha comenzarán el siguiente trimestre escolar en un colegio de Miami. Su padre, finalizada su carrera deportiva, enfoca su camino en un creciente holding que tendrá todas sus miradas puestas en América.