Buenas noticias para Oliver, el niño de dos años malagueño, residente en México, que viajó con su familia hasta Barcelona para ser operado de un tumor cerebral en el Hospital Sant Joan de Déu. Tras su llegada, el menor se ha sometido a varias intervenciones para ir extirpando su tumor y recibir tratamiento.

El jefe del equipo de cirugía del hospital que ha atendido a Oliver, José Hinojosa, ha anunciado este martes que el menor recibirá el alta "en unos días". En rueda de prensa, ha relatado que se trató el tema por primera vez con los padres el pasado jueves y que todavía no hay una fecha concreta. Aún así, y de no haber complicaciones, será a principios de la semana que viene, "en unos cuatro o cinco días", ha explicado.

Tras las varias operaciones a las que se sometió, el equipo médico pudo extirparle más del 98,84% del tumor cerebral que tenía. También se pudieron aliviar otras afecciones que el niño sufría derivadas de la presencia del tumor.

CAMINO POR DELANTE

El tumor no ha podido ser extirpado por completo, debido a que parte de él está localizado en una zona muy peligrosa. Los médicos analizaron el tumor y han diseñado un tratamiento especial. Ahora, Oliver tiene por delante todavía un largo camino, que en primer lugar pasa por quimioterapia durante dos meses. Hinojosa ha explicado que tras este paso, esperan reducir todavía más lo que queda el tumor o facilitar las condiciones para extirparlo.

Y es que el menor, que viajó desde Cancún hasta Barcelona en un avión medicalizado pagado por un empresario anónimo, llegó muy delicado de salud, al borde de un colapso sistémico y con un tumor de 7,5cm que invadía extensamente el tronco del encéfalo.

Exterior del Hospital Sant Joan de Déu / ARCHIVO

El estudio molecular del tumor del niño ha permitido determinar que es un ependinoma de fosa posterior, un tumor del sistema nervioso central que afecta cada año a unos 30 niños en España, siendo el más frecuente y agresivo el que afecta a la fosa posterior.

Tras la quimioterapia, el menor viajará a Madrid para someterse a un tratamiento de radioterapia con protones. El padre de Oliver ha agradecido a los profesionales del hospital, ha dicho que el menor se encuentra "cada día mejor". También ha considerado que el menor ha pasado de "un diagnóstico muy malo a tener un camino por recorrer".

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