Una escena de 'Gianni Schicchi', de Puccini, dentro de 'Il Trittico', en el Liceu / LICEU

Una escena de 'Gianni Schicchi', de Puccini, dentro de 'Il Trittico', en el Liceu / LICEU

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Il Trittico, por fin una ópera de nivel

Il Trittico, la obra de Puccini, brilla en el Liceu con una dirección de la orquesta magistral, en la persona de Susanna Mälkki

9 diciembre, 2022 00:00

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La última producción operística del año en el Liceu ha estado, por fin, a la altura de lo que fue el Liceu. Hacía mucho, demasiado, tiempo, que no ocurría algo así. Los cantantes de primera, la producción acertada y la dirección musical, perfecta.

Il Trittico es una obra de Puccini que se compone de tres óperas de un acto, pensadas para representarse en una misma función. Sin embargo, lo más frecuente es que se representen por separado. En el Liceu no se veían las tres óperas juntas desde hace 35 años, si bien alguna de ellas se representó en versión concierto hace ocho años.

Il tabarro, Suor Angelica y Gianni Schicchi no son óperas especialmente conocidas ni populares, aunque O mio babbino caro, es uno de esos hits que no pueden faltar en una ópera de Puccini, el rey de las canciones que han pasado a la historia.

Una escena de 'Il tabarro', de Puccini / LICEU 

Una escena de 'Il tabarro', de Puccini / LICEU 

Tras tres horas de montaña rusa emocional, en Il Tabarro priman los celos y el odio, en Suor Angelica el arrepentimiento y el dolor y Gianni Schicchi la burla y el engaño, el público se dejó ir en los aplausos, destacando el auténtico rugido que se produjo al salir a saludar Susanna Mälkki, la directora musical que llevó a la orquesta del Liceu a otra dimensión. Mälkki supo sacar brillo y matices a una orquesta demasiado acostumbrada a la monotonía que le impone el actual director musical titular del teatro. Como apunta en su crítica Bernat Dedéu, ¿por qué no contratar a esta directora como directora musical? Llevamos años sufriendo a un director que no le gusta ni la ópera italiana ni Wagner. No le hagamos sufrir más y liberémoslo de tamaña carga. Hemos visto que la orquesta del Liceu puede brillar cuando se la sabe dirigir, ¡hagámoslo posible!

UN REPARTO MARAVILLOSO

Si la dirección musical deja en evidencia al director musical, la producción de Lotte de Beer para la Bayerische Staatsoper deja en evidencia al artista residente. A diferencia de lo que nos tiene acostumbrado el artista en nómina, esta producción es moderna pero no distrae y aporta mucho a la representación. Para empezar, ayuda a proyectar la voz. El reparto tiene, en general, una excelente sonoridad pero además el escenario les ayuda y la orquesta no les tapa. ¡Una maravilla! Esta producción se toma la licencia de enlazar las óperas, algo que no pretendía Puccini en su estreno, pero logra un efecto muy interesante. La iluminación de Alex Brok merece nota aparte, excelente. Mediante luces y humo logra cambiar radicalmente un escenario más bien espartano.

Una escena de Suor Angelica, en el Liceu / LICEU

Una escena de Suor Angelica, en el Liceu / LICEU

El reparto es mucho mejor de lo habitual. Ambrogio Maestri es para muchos, uno de ellos el maestro Mutti, el mejor Falstaff que se puede escuchar hoy. Gianni Schicchi no está a la altura del personaje de Verdi, pero Maestri lo interpreta a la perfección. Y si era esperable su interpretación redonda en una ópera bufa no lo era tanto en Il Tabarro y ahí también borda su papel, el de un marido cegado por los celos, Michele, en un registro menos conocido pero igual de brillante. Sin duda uno de los mejores barítonos del momento.

Ermonela Jaho borda el papel de Suor Angelica. Transmite la angustia, el desgarro, el arrepentimiento y la pena en una interpretación que debe dejarla agotada emocionalmente. Comparar esta actuación con la que realizó durante la gala del 175 aniversario del Círculo del Liceu, glamurosa y divina, nos permite ver su grandeza como artista. Excelente voz pero mejor interpretación.

EXCELENTE PRODUCCIÓN

El trío de ases lo completa la soprano Lise Davidsen en el papel de Giorgetta en Il Tabarro, poseedora de una de las mejores voces del momento ya que a su calidad une una rara “cantidad”. Es increíble la potencia de su voz. Toda la crítica la empuja hacia Wagner, y de hecho cada vez incorpora más este repertorio en sus conciertos, pero ella con buen criterio quiere probar obras más ligeras para no quemar su voz. No sería la primera que por mucho correr se cargase su carrera. Aunque parece que algunos días estuvo acatarrada es impresionante escucharla.

El resto del reparto estuvo también muy bien, destacando la bella voz del tenor Iván Ayón-Rivas y la más que correcta ejecución de la soprano Ruth Iniesta, ambos en Schicchi.  A ellos se suma el excelente oficio de Daniella Barcellona, quien hace doblete (Sour Angelica y Schicchi) como varios otros cantantes.

En resumen, una excelente producción, con una maravillosa dirección musical y un reparto más que generoso. ¡Que se repita!