Este domingo, la evolución térmica marcará un punto de inflexión, permitiendo que las temperaturas diurnas suban de forma progresiva y dejando un ambiente todavía muy frío durante las mañanas.
SE PONE FIN A LAS ENTRADAS DE AIRE FRÍO
Pasado el fin de semana, dejaremos atrás una segunda quincena de enero, caracterizada por entradas de aire muy frío procedente de latitudes polares, por precipitaciones que han regado de nieve el Pirineo, y por nevadas anecdóticas en cotas bajas que nos han permitido ver estampas inusuales en puntos altos de Barcelona. Dos semanas intensas en lo meteorológico que darán paso a una situación estable, con una configuración atmosférica de altas presiones y con un anticiclón que, a corto plazo, nos dejará cielos mayormente despejados y escasez de precipitaciones.
TODAVÍA PODRÍAMOS VOLVER A VER NEVAR EN BARCELONA
Con la mirada puesta en el ascenso del mercurio para la próxima semana, no debemos olvidar que todavía nos quedan dos jornadas con temperaturas de unos ocho grados por debajo de lo que es habitual para la época a 850 hPa, a unos 1.500 metros de altitud.
Un último embolsamiento de aire frío, con su centro situado en la península itálica, mantiene la batalla contra un anticiclón de las Azores que le come terreno y que le obligará a retroceder hacia el sur-este de Europa, dejando, a su paso, un pequeño núcleo de bajas presiones que quedaría aislado sobre Marruecos.
Esta situación de frío en altura en la zona del Mediterráneo, junto con una buena configuración de los vientos marítimos, nos podría hacer llegar algunas precipitaciones de carácter muy débil al litoral barcelonés, permitiendo una tímida nevada en cotas teóricas que se situarían en torno a los 400 metros; en algunos casos, incluso, por debajo.
Esta situación de rebuf, con vientos marítimos que inyectan humedad en la atmósfera y que se juntan con el frío en altura, permite que se generen núcleos convectivos, dejando, a su paso, precipitaciones en el litoral catalán. Ahora bien, este intríngulis atmosférico no acaba aquí, ya que dichas precipitaciones pueden acabar cayendo en el mar, dejándonos sin un agua más que necesaria para la Sierra de Collserola y sin una postal invernal de lo más inusual.
Centrándonos en la cara positiva de lo que pudiera pasar, y si se dieran todas las variables necesarias para que la precipitación entrara en la ciudad, el día con mayor probabilidad de ver nevar sería el sábado hacia las últimas horas del día. Hay modelos que apuestan por acumulados de más de 3 l/m2, como en el caso del modelo alemán ICON o el americano GFS, mientras que otros prevén cantidades irrisorias e incluso inexistentes.
En definitiva, y analizando las diferencias notables entre modelos meteorológicos, el rebuf es uno de los fenómenos locales más complejos de prever con cierta exactitud. Aun así, en los casos en los que se han conseguido dar todas las condiciones necesarias y las precipitaciones han llegado a entrar en la ciudad, el rebuf nos ha dado más de una sorpresa en forma de lluvias y nieve. ¿Será esta una de esas ocasiones?