Barcelona se enfrenta a una nueva irrupción de polvo procedente del Sáhara. La capital catalana es una ciudad que se encuentra en una zona geográfica donde los vientos del sur pueden levantar partículas de arena desde Marruecos y transportar este polvo desértico hacia el territorio. Este fenómeno, sumado a la cercanía de la ciudad con el mar Mediterráneo, favorece la entrada de polvo en la atmósfera de la ciudad y la humedad del aire y la inversión térmica favorecen su acumulación.

En esta ocasión, el impulso de polvo del desierto se debe a una zona de bajas presiones situada al este de las Canarias. Esta borrasca, debido a su rotación en sentido antihorario, provoca fuertes vientos en superficie que arrastran las partículas de polvo y las elevan a capas más elevadas de la atmósfera.

Esos vientos nos llegan a nosotros con cierta recurrencia, aunque con menor intensidad, provocando que las partículas pierdan velocidad y caigan, dejándonos unos cielos enturbiados y en algunos casos rojizos.

Mapa de altura geopotencial a 500 hPa del 16 de febrero según el GFS / TOMER BURG, POLAR WX

IRRUPCIÓN DE POLVO SAHARIANO 

La dirección de giro de un anticiclón está determinada por el efecto Coriolis, que es una fuerza ficticia que actúa sobre los objetos en movimiento que se encuentran en la Tierra debido a la rotación del planeta. Este efecto provoca que, en el hemisferio norte, las masas anticiclónicas giren en sentido horario, mientras que las borrascas lo hagan en dirección inversa a las agujas del reloj. Este sencillo concepto nos ayuda a entender por qué, a lo largo del año, tenemos tantas irrupciones de polvo procedente del Sáhara.

CALIMA

Con la presencia de esta corriente de aire cálido y seco, las partículas de polvo y arena quedan atrapadas en la atmósfera, dando lugar a una calima que puede persistir en la atmósfera durante varios días o incluso semanas, dependiendo de la intensidad de la baja y de las condiciones atmosféricas en la península ibérica. 

Mapa de cantidad de polvo en suspensión según el modelo SKIRON para el inicio de la semana que viene / UNIVERSIDAD DE ATENAS

CONTINUISMO METEOROLÓGICO

Después de más de una semana con un marcado anticiclón, permitiéndonos jornadas soleadas, temperaturas agradables y una ausencia de precipitaciones, nos adentramos en unas jornadas marcadas por el continuismo meteorológico.

Esta condición predominará a lo largo de este fin de semana de Carnaval y prácticamente el conjunto de la semana que viene.

PICO DE CALOR

¿Qué tiempo nos espera más allá de la calma anticiclónica de la semana que viene? Observando las previsiones a medio plazo, podemos identificar un martes con un pico de calor en altura. A partir de entonces, una bajada progresiva de las temperaturas y un aumento de la inestabilidad protagonizarán el fin de semana que viene.

Aventurándonos con un pronóstico a largo plazo, parece que un calentamiento súbdito estratosférico estaría configurando una atmósfera propicia a inyectar aire frío a bajas latitudes como las nuestras. No es un factor causa-consecuencia que nos vaya a traer frío polar y nevadas generalizadas con un porcentaje de acierto del 100%, pero sí que permitiría cierto juego atmosférico y un posible cambio de patrón meteorológico.

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