Las zonas abastecidas por las cuencas de los ríos Ter y Llobregat, un área que engloba Barcelona y su área metropolitana al mismo tiempo que concentra la amplia mayoría de población de Catalunya, se enfrentan a una de las mayores sequías de los últimos 50 años, con la aplicación de la alerta de excepcionalidad. Las previsiones del Servicio Meteorológico de Cataluña tampoco invitan al optimismo en los próximos meses en cuanto a lluvias se refiere, ya que serán débiles, por lo que no serán suficientes.
2023, UN AÑO CALUROSO
Una semana después de la borrasca Juliette, las reservas de los embalses siguen bajando. La débil lluvia prevista para estos días no compensará las necesidades existentes y tampoco hay esperanzas de que esto mejore. De hecho, algunas predicciones indican que 2023 puede ser el más caluroso de la historia con la llegada del fenómeno de ‘El Niño’.
Los datos actualizados a día de hoy indican que los pantanos están al 27% de su capacidad: casi un punto menos que la semana anterior. El año pasado, clasificado como muy seco, los embalses estaban al 53% por estas mismas fechas.
PREOCUPACIÓN POR EL PANTANO DE SAU
El caso del pantano de Sau es especialmente grave. Sus reservas, de las que se abastece en buena parte la capital y la gran región metropolitana de Barcelona, han descendido más de dos puntos hasta situarse en el 11,84%.
Las predicciones meteorológicas para los próximos días e incluso semanas en Catalunya no apuntan a un aumento de precipitaciones respecto a la media. Por esta razón, algunos expertos indican que los esfuerzos deberían concentrarse ahora en contener la demanda y echar mano de todos los recursos disponibles para incorporar otras fuentes al ciclo de abastecimiento urbano.