El Ayuntamiento de Barcelona aumentará a fase de excepcionalidad el protocolo por situación de sequía, después de que la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) haya decretado la entrada en fase de excepcionalidad a raíz de la sequía en el sistema Ter-Llobregat que abastece la capital catalana.
En esta fase, el consistorio intensifica las medidas de ahorro e introduce restricciones en el uso de agua potable en algunos servicios municipales, pero no habrá afectación del abastecimiento de agua potable de la población. Así lo ha asegurado el Ayuntamiento en un comunicado este miércoles.
RIEGO DE SUPERVIVENCIA
Por ello, se dejarán de regar parques y jardines de la ciudad, pero se mantendrá el riego de supervivencia, gota a gota o con agua freática, en una medida que prevé el ahorro directo del 47,8% del agua potable. En cuanto a la limpieza urbana, que en un 80% ya se realiza con agua freática, se prohíbe limpiar con agua potable calles, alcantarillado, pavimentos, fachadas y similares, excepto en accidentes, incendios, si existe riesgo sanitario o para la seguridad viaria.
El resto de medidas en la fase de excepcionalidad ya se han aplicado en la fase de alerta: siguen parados los surtidores de fuentes ornamentales y no se pueden llenar piscinas, si no es que se rellenan parcialmente cuando la instalación dispone de un sistema de recirculación del agua.
RECOMENDACIÓN CIUDADANA
El Ayuntamiento de Barcelona ha aconsejado a la ciudadanía medidas como cerrar grifos y revisar posibles fugas; instalar cisternas de doble carga; no llenar la bañera; utilizar lavadora y lavavajillas con la carga completa, y regar las plantas en horario nocturno, entre otras.