La última mesa redonda de la segunda jornada de Desperta BCN! ha contado con la intervención del escritor Sergi Doria, del editor y crítico literario Malcolm Otero Barral y del periodista y escritor Pepe Ribas, que debaten sobre la nostalgia de la Barcelona del boom literario. Moderada por Manel Manchón, director adjunto de Metrópoli, una de las conclusiones claras de los tres ponentes es que en Barcelona la creatividad ha perdido fuerza por el intervencionismo político: La idea ha sido clara: "Hace falta menos poder político y más iniciativa, y crear juntos, contando con los jóvenes", en palabras de Pepe Ribas, el que fuera fundador de la icónica revista cultural Ajoblanco.

Durante la jornada, organizada por Crónica Global, Metrópoli y EL ESPAÑOL, Doria ha remarcado que el éxito literario de la Barcelona de los 60 y los 70 se debe a la conjunción del azar y la necesidad, que acabaron desencadenando en una de las épocas más brillantes de la literatura latinoamericana, con dos claros referentes, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa

CAPITAL DE LA MODERNIDAD

A la necesidad y al azar, hay que sumarle la conexión con Hispanoamérica, que tuvo un papel fundamental en cuanto a la edición en castellano. "Los autores se juntaron en la capital de la modernidad, que se unió a la arquitectura y el cine y en la que los autores encontraban el ambiente que necesitaban", asegura Doria. Ese boom empezó entre 1968 y 1969 y se alargó hasta el 1976, que fue cuando llegó a su máximo esplendor. El boom literario de esa época dejó huella, una huella que perdura en la capital catalana en la actualidad.

Pepe Ribas, periodista y escritor, ha criticado "el sectarismo actual" en Barcelona, destacando que la ciudad debe recuperar el polo creativo de años atrás a través de la promoción de debates, conversaciones y diálogos públicos. “Hay que remover las entrañas de la ciudad si se quiere ser algo más que el centro del Día Internacional del Libro”. Ha remarcado que vienen cambios ‘tremendos’ y que la ciudad no está preparada para ello. Es por este motivo que remarca mirar al pasado, donde el debate y el diálogo público tenían un papel mucho más importante.

POLÍTICA Y CULTURA

Malcolm Otero Barral, por su parte, remarca la peligrosa relación entre la cultura y la política: "Cuanto más lejos esté el poder político de la cultura, muchísimo mejor", ya que de esta manera se puede cuestionar el status quo. "La lengua no separa, lo hace la política. Parece que lo importante ahora no es tener ideas, sino tener ideología. Algo que pasa en la cultura, pero también en el resto de ámbitos". El crítico literario considera que se sobrevalora un poco el papel de la ciudad: "Al final todo viene por afinidades afectivas. No creo que Barcelona tenga un espíritu, lo que pasó en la ciudad podría haber pasado en París", asegura. 

Otero, Manchón, Doria y Ribas, en la mesa cultural de 'Desperta BCN!' / GALA ESPÍN

Otero está convencido de que la competencia de la capital catalana no es Madrid, sino otras ciudades importantes como Miami y Buenos Aires, entre muchas otras. "Barcelona es líder en edición en castellano", asegura. También ha aprovechado la ocasión para criticar la "absurdidad" de los requisitos de algunos premios literarios, como los Montserrat Roig, donde se exige que los autores hablen de Barcelona: "Debemos dejar de mirarnos el ombligo", reitera.

EL PELIGRO DEL NACIONALISMO

Para Doria, un momento histórico que marcó un antes y un después fue cuando "la izquierda acabó siguiendo el populismo en el 1976", que acabó desencadenando en un nacionalismo que terminó con la conexión entre Madrid y Barcelona. Siguiendo esa misma línea, Otero, cree fundamental que haya separación entre la política y la cultura: "Es decepcionante que la gente joven aspire a que le den becas estatales, porque de esta manera no van a poder hacer un cuestionamiento del orden establecido", ha señalado, en referencia a la experiencia que ha conocido en países como México, con el peligro de que sea, también, una tónica en Catalunya.

Pepe Ribas concluye que los jóvenes tienen un papel muy importante en el futuro de la cultura y su recuperación. Malcolm Otero Barral comparte esta visión y añade que, para ello, la política no debe entorpecer en este proceso de recuperación.

LA SEGUNDA JORNADA, EN IMÁGENES

Así se ha vivido el segundo día de las I Jornadas Desperta BCN! en el DFactory:

Noticias relacionadas