Beyoncé arrasó este jueves, 8 de junio, en el Estadi Olímpic Lluis Companys de Barcelona. Después de colgar el cartel de sold out en apenas minutos, la reina del pop reunió a más de 50.000 personas en su concierto.
La cantante cantó sus míticos éxitos como Who run the world (Girls) además de todas las canciones de su último disco. Después del concierto, se han revelado las sorprendentes exigencias de la artista en su actuación.
RECLAMOS DE BEYONCÉ
Según la periodista Lorena Vázquez, Beyoncé habría pedido en su camerino mobiliario de color blanco, tres camerinos para ella, papel higiénico de color rojo, dos palmeras en macetas de color blanco, grandes cantidades de agua alcalina a 21 grados y "algún cubito de hielo para chupar después del concierto"
Además, según el periodista Javier Cid, la estrella pidió que los hielos estuvieran "esculpidos a mano".
DESATA LA LOCURA EN BARCELONA
Beyoncé desató la euforia y la emoción cuando saludó con un "Barcelona, os queremos, bienvenidos" en su gira Renaissance World Tour. Luciendo un ajustado conjunto de dos piezas de lentejuelas plateadas que destellaban, melena hasta las caderas y arropada por un ejército de una veintena de bailarines, coristas y músicos, inició el concierto recordando sus inicios con las Destiny's Child con Dangerously in love, del álbum Survivor (2001), llenando el recinto desde los primeros versos con su potente voz.
"Este será un show genial, ya lo puedo sentir", confesó antes de entonar Flaws and all, del álbum B'Day (2016); I care, del álbum 4 (2011), del que también cantó la balada 1+1 sentada encima de un piano de cola plateado y compartiendo miradas y sonrisas cómplices con las primeras filas, y dedicó a Tina Turner una versión de River deep, mountain high.