La avenida Diagonal es la principal arteria de Barcelona. Ideada por el arquitecto municipal Ildefons Cerdà, la vía estaba diseñada para cortar en dos la capital catalana y facilitar rápidamente el transporte a través de la misma. La calle es, hoy en día, uno de los ejes vertebradores del statu quo barcelonés.
La Diagonal no solo sirvió como eje vertebrador de la ciudad, sino también como motor de expansión. Entre finales del siglo XIX y principios del XX, la capital catalana vivió una de sus grandes expansiones, que culminó con la anexión de algunos pueblos de alrededor, que pasaron a considerarse barrios o distritos de la ciudad.
SIETE NOMBRES
No todos saben, sin embargo, que no siempre se ha llamado así. Su actual nombre es impecablemente descriptivo: una gran vía diagonal que atraviesa gran parte de la capital catalana. Comienza rozando la sierra de Collserola y, cual río, desemboca en el mar. Y es que ese fue precisamente su nombre fundacional en 1860: Gran Vía Diagonal.
A partir de 1874 pasó a llamarse Avenida de Argüelles, apelativo que duró hasta 1922, cuando se cambió por Avenida de la Nacionalidad Catalana. Este nombre fue más breve y solo duró dos años. En 1924, ya instaurada la dictadura de Primo de Rivera, pasó a llamarse Avenida de Alfonso XIII, monarca español de la época. Su huída de España, en 1931, y la instauración de la Segunda República, hicieron que se cambiara de nuevo el nombre a Avenida Catorce de Abril, fecha fundacional del segundo periodo republicano.
Terminada la Guerra Civil, en 1939, el dictador Francisco Franco se preocupó por eliminar los símbolos del bando perdedor de la contienda y decidió renombrar la calle más larga de Barcelona con su propio nombre y cargo: Avenida del Generalísimo Francisco Franco. Y así se mantuvo hasta 1979. Ya instaurada de nuevo la democracia, la calle sufrió su último cambio, pasándose a llamar, ahora en catalán, Avinguda Diagonal.