Protegerse de la radiación solar es aconsejable para todas las edades, pero sobre todo cuando se trata de niños y jóvenes. En estos casos, la protección debe ser todavía más intensa ya que son más susceptibles a las radiaciones ultravioleta.
Niños y jóvenes realizan más actividades al aire libre y, por tanto, reciben mucha más radiación solar que los adultos. Debido al tiempo de exposición prolongado al sol, es importante extremar los cuidados relacionados con la piel, ya que la disminución de la exposición solar puede reducir potencialmente la incidencia del cáncer cutáneo.
LA PREVENCIÓN, CLAVE
En los niños más pequeños es importante promover hábitos saludables de protección y evitar largas exposiciones solares. Los menores de tres años no deben recibir una exposición directa al sol y se recomienda para prevenir el daño que produce la radiación UV en la piel usar todas las medidas de protección posibles como el uso de gorros, ropa y gafas, así como el uso de fotoprotectores de factor de protección solar (FPS) alto: “es recomendable utilizar un factor de protección como mínimo de 30 (preferentemente 50). Para saber que el protector solar protege también de los UVA, debe ponerlo en la etiqueta” nos comenta el Dr. Henry Marcano, coordinador Urgencias Pediátricas del Hospital Universitari General de Catalunya.
Se estima que el 80% de todos los cánceres de piel podrían eliminarse con comportamientos preventivos. Entre un 50% y un 80% del daño inducido por la exposición solar que un individuo recibe durante toda la vida se produce durante la infancia y la adolescencia. Estos períodos son críticos debido a que la exposición solar es intermitente y más intensa, causando más quemaduras que, a largo plazo, incrementan el riesgo de aparición melanoma en la edad adulta.
REGULAR LA PROTECCIÓN
“La piel desempeña un papel fundamental en la biosíntesis de vitamina D, y para que esta función pueda producirse con normalidad el cuerpo necesita pequeñas dosis de radiación UV, aunque está demostrado que los humanos reciben mayor radiación de la necesaria. En España, una exposición solar mínima y una dieta equilibrada son suficientes para cubrir las necesidades durante la infancia”, apunta el especialista.
El Factor de Protección Solar (FPS) es el índice que marca el grado de protección que aporta una pantalla solar. Este factor da una idea del tiempo que se puede permanecer expuesto al sol sin riesgo de tener quemaduras. Los fotoprotectores son una medida fundamental de protección frente a las radiaciones UV, y su utilización es muy importante y necesaria.
ESTRATEGIA DE FOTOPROTECCIÓN
- Evitar la exposición solar de larga duración, en especial entre las 11 y las 16 horas
- Cubrir la piel con ropa y gorros adecuados
- Utilizar gafas de sol con filtro de protección solar
- Hacer uso de fotoprotectores de FPS alto
- Fomentar el uso de lugares sombreados
- Se recomienda además seguir estas indicaciones los días nublados, ya que la radiación UV puede atravesar las nubes, y protegerse, aunque la piel ya esté bronceada porque sigue existiendo el riesgo de quemadura
CÓMO Y CUÁNDO APLICAR LA PROTECCIÓN SOLAR
La mayor efectividad del fotoprotector se consigue aplicándolo generosamente de 15 a 30 minutos antes de la exposición solar y reaplicándolo en zonas fotoexpuestas cada una a dos horas o tras actividades físicas intensas que puedan eliminarlo de la piel, como nadar, sudar excesivamente o limpiarse con la toalla. La reaplicación tras la inmersión en agua es necesaria, aunque el filtro sea impermeable o resistente al agua.
Según explica el Dr. Marcano, los niños son uno de los grupos de la población en los que debe extremarse la fotoprotección. Son especialmente sensibles a los efectos negativos derivados de una exposición solar excesiva y no son conscientes de este riesgo. Por tanto, apunta el especialista del General de Catalunya, es de vital importancia proteger al niño de los efectos nocivos de la radiación ultravioleta.
CONSEJOS PARA LOS NIÑOS
- Factor de protección por encima de 30 (con preferencia 50)
- Con protección frente a los UVA.
- En los niños pequeños utilizar filtros físicos.
- En los menores de 6 meses, mejor no tomar el sol y utilizar ropa y sombrilla.
- Aplicarlos de forma generosa unos 15 a 30 minutos antes de estar al sol y cada dos horas o antes, si están en el agua.