Cinco playas geniales que se encuentran a solo un tren de Barcelona

Cuando uno vive en Barcelona y quiere ir a la playa, hay un secreto a veces que todos conocen: no ir a las playas de Barcelona. La capital catalana, excelentemente conectada en transporte público, permite encontrar calas y costas mucho más agradables en poco tiempo. Es tan sencillo como tomar la R1 de Rodalies, que atraviesa buena parte del litoral, y elegir la dirección.

Este secreto es el que parece haber descubierto esta usuaria de TikTok, que ha ofrecido un ranking personal de las cinco mejores playas a las que ir solo tomando un tren. Y es que playas como la Nova Icaria o el Somorrostro suelen adolecer de masificación turística. Cientos de miles de personas pasan cada día por estos lugares y, de hecho, no son particularmente seguras, por lo que nada te asegura no ser víctima de un hurto.

Costa brava y costa dorada

Así las cosas, una gran opción es Montgat. el municipio costero catalán tiene el equilibrio perfecto. Por un lado, se encuentra muy cerca de Barcelona, por lo que se llega rápido. Por el otro, ser un municipio pequeño llama menos la atención de los turistas, por lo que sus playas, más que conocidas por los locales, no están atestadas. En segundo lugar se encuentran las playas de Castelldefels. De nuevo, esta ciudad es más que conocida por sus playas en el Área Metropolitana, pero no llama tanto la atención de los turistas primerizos. Además, esconde una pequeña cala al final del puerto con un chiringuito encantador.

Playa de Castelldefels / AMB

Más alejado todavía, se encuentran las playas y calas de Vilanova y la Geltrú. Es una de las últimas poblaciones, en sentido sur, de la provincia de Barcelona. Para llegar hay que invertir un rato en el tren, pero disfrutar de un día de playa sin preocupaciones bien merece la pena. En cuarto lugar se encuentra Tossa de Mar. El cambio es radical con respecto a las otras playas, pues la localidad gerundense, a una hora y media en tren de la capital catalana, se encuentra en la frontera de la Costa Brava. en cualquier caso, la localidad, su castillo y sus playas, mucho más tranquilas, bien merecen la pena.

Por último, destacan también las playas de Tarragona. La capital de la provincia aledaña tiene, desde luego, un elemento único, y es que no hay otra ciudad en Catalunya en la que te puedas bañar en la playa y tener a la vista las ruinas de un anfiteatro romano.