El verano implica calor, pero también fiesta y ocio, dos de las cualidades que caracterizan a Barcelona. La capital catalana goza -- a pesar del pulso entre ayuntamiento y vecinos contra los locales, que muchas veces suelen traer consigo problemas que afectan al descanso de los habitantes-- de una buena salud en lo que a oferta y demanda de zonas para salir se refiere.
Tan es así que la ciudad ocupa el segundo puesto en el ranking de ciudades españolas en materia de ocio nocturno, según el Estudio sobre la Situación y Evolución del Sector del Ocio en 2023. A la urbe le gana solo Ibiza, y es que todavía hay hasta seis locales icónicos que se encuentran entre los nominados a los 100 mejores del mundo, como son Shôko, Opium, Sutton, Bling Bling, Sala Apolo y Pacha Barcelona.
EL CLIENTE
Del informe se desprende que el ticket medio de consumo por cliente ha pasado de los 15 euros en 2022 a los 18,5 euros este año, un aumento aproximado del 20%.
A pesar de la incidencia del turismo, el 46,26% de los clientes son todavía público local frente al 24,48%, que vienen de la misma provincia, el 16,31% que son turistas nacionales y el 12,92%, cifra que representa al turismo internacional. Estas cifras, que establecen una media española, pueden variar en el caso de la capital catalana debido precisamente al tirón turístico que tiene frente a otras localidades. De hecho, en localidades costeras o insulares esta presencia del turismo puede aumentar hasta el 80%.
Con respecto a la edad media del público, el 52,89% de las personas tienen entre 20 y 30 años; el 25,30%, entre 30 y 40 años; el 13,82%, entre 40 y 50 años y solo cerca del 1% tiene más. Con todo, la media del público que va a salas y discotecas es de unos 30 años.