Este es el apellido más antiguo de Barcelona
La primera vez que se registró fue en el año 1497
20 septiembre, 2023 20:08Noticias relacionadas
Los apellidos en España tienen una historia fascinante que se remonta a siglos atrás. Su origen se encuentra en la necesidad de identificar a las personas de manera única en una sociedad que se volvía cada vez más compleja. Durante la Edad Media, la mayoría de la población no tenía apellidos, y las personas eran conocidas por su nombre propio, seguido del lugar de nacimiento o el oficio que desempeñaban.
Con el tiempo, esta práctica evolucionó, y surgieron los apellidos patronímicos, que se basaban en el nombre del padre, como "Fernández" (hijo de Fernando) o "González" (hijo de Gonzalo). También se adoptaron apellidos toponímicos, que se derivaban del lugar de origen de la persona, como "Sevilla" o "Toledo". Además, había apellidos que hacían referencia al oficio de la familia, como "Herrero" o "Molinero".
El proceso de fijar apellidos se formalizó durante los siglos XVI y XVII, cuando se emitió una orden real que requería que todos los ciudadanos tuvieran apellidos fijos y registrados. Esto fue un paso importante hacia la identidad personal y la organización de la sociedad española. Sin embargo, ya hay registros de algunos apellidos que datan del 1358. Barcelona no es ninguna excepción y siguió este mismo proceso. Lo curioso es que, hoy en día, todavía perduran algunos de estos apelativos.
Así, el apellido más antiguo del que se tienen registros en Barcelona es Pallàs. Existen muchas teorías sobre este apellido. Por ejemplo, se cree que es un toponímico. En el censo de 1497 ya hay Pallàs en Barcelona. En la capital catalana se encuentran apellido que todavía son más antiguos, como Piqué, Nebot, Oliver, Jover, Muntaner o Guasch. Sin embargo, a pesar de que aparecen antes en los registros, hay que buscar su origen en los pueblos y ciudades del resto de la geografía catalana.