Los 'veranillos' otoñales en Barcelona, ¿a qué se deben?
La capital catalana da la bienvenida a octubre con temperaturas cálidas propias de los meses de verano
30 septiembre, 2023 15:03En la ciudad de Barcelona, como en muchas otras partes de nuestra geografía, el otoño no siempre viene acompañado de las temperaturas frescas y los días nublados que podríamos esperar. En ocasiones, esta estación del año nos sorprende con lo que conocemos como "veranillos otoñales", períodos de varios días en los que el sol brillante, el aire cálido y el bochorno propio de la ciudad nos recuerdan demasiado al tiempo típico de los meses de verano.
QUÉ ES UN VERANILLO
Cuando hablamos de “veranillo”, nos referimos a un período de unos pocos días, generalmente entre 3 y 5, que se dan durante el otoño o la primavera en latitudes templadas del hemisferio norte, y en el que se experimentan temperaturas diurnas más propias del verano que de la estación en la que nos encontramos. Estos veranillos suelen ocurrir debido al ajuste en la circulación atmosférica en latitudes medias durante la transición entre el verano y el invierno.
TIPOS
En España, durante los meses de otoño, destacan tres veranillos que tienen un impacto notable en el clima:
- El Veranillo de San Miguel, que suele coincidir con la festividad que da nombre a su santo, el 29 de septiembre. Se conoce también como el “veranillo del membrillo”, ya que se produce en el mismo momento de maduración de la fruta. Durante este período, se suele producir un patrón anual con picos de altas temperaturas diurnas, a menudo superando los 30 grados en algunas regiones de España o, como en el caso de este año, llegando a rozar los 40 grados en ciertos puntos del sur peninsular.
- El Veranillo de San Lucas, a pesar de ser menos conocido que el de San Miguel, es también un momento del otoño en el que, por tradición, hay repuntes térmicos acusados que rompen con la tendencia de las anteriores semanas. En este caso, el Veranillo de San Lucas se da el 18 de octubre.
- El Veranillo de San Martín es uno de los más destacados, siendo el último de los veranillos antes de la llegada del invierno, y produciéndose hacia mediados de noviembre, coincidiendo con la festividad de San Martín el 11 de noviembre. Su duración es algo más prolongada que el resto de veranillos anteriores. En este caso, debido a la menor cantidad de horas de sol y a una baja incidencia de los rayos del mismo en superficie, este veranillo destaca por la gran amplitud térmica entre el día y la noche, teniendo horas centrales de la jornada con temperaturas inusualmente altas, y madrugadas muy frescas, propias de la estación del año en la que nos encontramos.
¿POR QUÉ OCURREN?
Durante las estaciones de entretiempo, la circulación atmosférica tiende a experimentar cambios significativos. En otoño, las masas de aire frío comienzan a desplazarse desde latitudes más altas hacia latitudes medias. Este desplazamiento suele llevar a la formación de borrascas atlánticas y vaguadas, que traen aire más fresco y húmedo.
Sin embargo, aún persisten remanentes de masas de aire muy cálido propias del verano en latitudes más bajas, generando lo que conocemos como “veranillos”. Este fenómeno se debe a la persistencia de un anticiclón, que trae consigo condiciones de estabilidad atmosférica y cielos despejados, contribuyendo a la subida de temperaturas y a la ausencia de precipitaciones durante estos períodos.
VERANILLO SAN MIGUEL
Este año, el veranillo de San Miguel en Barcelona ha llegado para quedarse y está haciendo acto de presencia con valores térmicos excepcionalmente altos. Las anomalías de temperaturas están superando los 7 grados respecto a la media climática para esta época en la ciudad.
Además, y a pesar de que las lluvias de la primera mitad del mes parecían que podían amortiguar los efectos de la sequía, acabamos septiembre con un déficit hídrico extraordinario que alcanza ya la mitad de la acumulación de lluvia respecto de la media para un 30 de septiembre (lo normal sería encontrarnos en torno a unos 400 mm acumulados en lo que llevamos de año, y estamos en tan solo 190 mm).
Parece ser que esta tendencia se querría mantener hasta la segunda semana de octubre, cuando se prevé una brusca bajada de las temperaturas, con ambiente térmico por debajo de lo habitual y con la llegada de lluvias propias del otoño.