Es habitual que los giros del destino nos empujen a tomar caminos inesperados. Si echamos la vista atrás algunos de nosotros comprobaremos que, pese a fijarnos unos objetivos específicos, la vida es experta en guiarnos hacia rutas que jamás hubiéramos pensado trazar. Esto puede aplicarse a las relaciones de amistad, al amor o también a la trayectoria profesional que nos define. Pero, ¿y si dicha teoría se concentrara en un espacio concreto? Esa es la estrategia que utilizan los creadores de la obra de la que hablamos a continuación, en la cual un medio de transporte fusiona el pasado, presente y futuro de los personajes.
La historia de La línia vermella transcurre en un sitio muy transitado por los habitantes de la capital catalana: el metro. Inmersos en un ambiente realista y reconocible, Marta, Àlex, Biel y Núria descubren que sus vidas no volverán a ser como eran, puesto que el escenario urbano les reúne con personas cuya presencia supone un cambio significativo para ellos. Sin esperarlo o imaginarlo siquiera, el vagón enlaza sus corazones, marcando una notable diferencia y dictando lo que ocurrirá de ahí en adelante. Así, entre la belleza y la incertidumbre, va forjándose un argumento que combina lo divertido y lo emocional, con el que el espectador se identifica.
En un mar de posibilidades de tales dimensiones hay cabida para tratar temas tan importantes como la salud mental, el paso del tiempo y las inquietudes que las personas enfrentan en su día a día. Gracias a la cercanía y a la humanidad de los protagonistas, el público es transportado a una cotidianidad que conoce, dotada de un nivel de detalle y una sensibilidad que atrapan desde el primer momento. Porque a veces, una decisión aparentemente simple como elegir un desvío u otro es capaz de condicionar para siempre el porvenir de alguien haciendo que, sin saberlo, se juegue mucho en ello.
Interpretado en catalán, el espectáculo de 75 minutos de duración está dirigido por Jordi Casado i Olivas. Esta producción llega de la mano de la compañía El Nucli y cuenta con Paula Castillo como autora. La composición musical corre a cargo de Gaspar Corts y el elenco consta de cuatro únicos actores, que conducen la trama de manera eficaz: Nil Martín, Ariadna Barbeta, Júlia Sardà y la misma Paula Castillo. Con una escenografía idónea para la ocasión, la compañía convierte el teatro en un mundo aparte, donde lo familiar adopta un rol honesto en sintonía con el humor que desprende.
La línia vermella se representa en el Teatre Tantarantana de Barcelona hasta el próximo domingo 15 de octubre. Las funciones tienen lugar de jueves a sábado a las 20.00 horas y los domingos a las 18.30 horas. Para haceros con vuestras entradas solo debéis acceder a la plataforma oficial de venta online del teatro. No dejéis escapar la oportunidad de disfrutar de esta experiencia siendo partícipes de una obra original y entretenida. El plan perfecto para compartir una agradable velada junto a amigos y familiares.