El 10 de octubre de 2024 tendrá lugar en Barcelona una gran ceremonia que dará el pistoletazo de salida a las regatas finales de la 37 Copa del América, en las que el ganador de las Challenger Selection Series (Torneo de Desafiantes) retará al Emirates Team New Zealand, defensor del título.

Así lo ha anunciado el director general de la Fundación Barcelona Capital Náutica (FBCN), Ignasi Armengol, que ha adelantado que la ceremonia, una iniciativa inédita en el marco de esta competición de vela, será abierta al público, al aire libre y con gran protagonismo del mar.

UN LEGADO EN LA CIUDAD

"Todavía estamos en el proceso de definición, pero sí se prevé aprovechar el mar: al final esto es una fiesta del mar, así que ese vínculo estará seguro", ha concretado Armengol, al frente de la FBCN, que aúna a administraciones y otras entidades y que se encarga de interlocutar con los organizadores, America's Cup Events Barcelona, y de asegurar de que la competición dejará un "legado" en la ciudad.

Definirá cómo será esa gran inauguración una unión temporal de empresas (UTE) encabezada por el Grup Focus, que se impuso en el concurso lanzado por la FBCN y que trabajará codo con codo con esta fundación.

ESPÍRITU OLÍMPICO

"Estamos trabajando con ellos el proyecto final, pero tenemos tiempo", ha dicho Armengol, que ha incidido en que quedan muchos detalles todavía por decidir -empezando por el lugar elegido para la ceremonia- pues se quiere dejar el mayor espacio posible a la creatividad de las distintas firmas implicadas.

La ceremonia buscará reproducir el "espíritu olímpico" de 1992, un acto que acogió el Estadi Olímpic Lluis Companys y que supuso un "ejercicio de innovación" que luego se replicó en otras Olimpiadas.

IMPACTO VISUAL

De hecho, el concurso lanzado para organizar la ceremonia ya señalaba que se quería generar "un impacto visual que comporte la creación de un recuerdo imborrable para el imaginario colectivo, como lo fueron la ceremonia inaugural de 1992 o la del Fórum de las Culturas de 2004, que por su carácter único vincularon para siempre la capacidad de sorpresa, innovación, creatividad y trabajo con el territorio".

Otro elemento que se quiere replicar de las Olimpiadas de 1992 es la implicación de voluntarios: la organización de la Copa del América ya ha abierto la solicitud para dar con unas 2.300 personas dispuestas a ejercer esta función. Los requisitos son ser mayor de edad, tener diez días disponibles entre el 23 de agosto y el 27 de octubre y hablar como mínimo catalán, castellano o inglés.

PRUEBA EN VILANOVA

Armengol tiene plena confianza en que la Copa del América "funcionará muy bien", un optimismo fundamentado en el ejemplo de la regata preliminar que se celebró en Vilanova i la Geltrú del 14 al 17 de septiembre.

Y es que el impacto económico previsto es de unos 1.200 millones de euros y 19.000 empleos, según una estimación de investigadores de la UPF, pero Armengol cree que puede ser incluso mayor, dado que en esos cálculos no se incluye, por ejemplo, lo generado por la regata en Vilanova. La celebración de la Copa del América conllevará además, con toda probabilidad, que los puertos de la capital catalana y alrededores experimenten una gran demanda, así como los hoteles.

TRANSFORMACIÓN PORT VELL

Con todo, la FBCN tiene el objetivo de asegurar que el evento deje en la ciudad un "legado" más allá de los días de competición: el principal será la transformación del Port Vell, que acoge las seis bases de los equipos participantes, mediante una inversión global de 120 millones. Pero este legado también se percibirá en otros ámbitos, ha señalado Armengol: desde el punto de vista simbólico, con la citada ceremonia inaugural; pero también a nivel educativo, con el impulso del estudio del mar y el deporte de vela; o económico, mediante la apuesta por el sector de la economía azul -vinculada al mar- y por la descarbonización del transporte marítimo.

Además, un importante evento que tendrá lugar en Barcelona -y que Armengol relaciona con que la ciudad vaya a acoger la Copa del América- es la Conferencia de la Década de los Océanos de la ONU, que se celebrará en abril y reunirá a expertos de primer orden y mandatarios de diferentes gobiernos.

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