El legado y la marca Barcelona. Son los dos conceptos que maneja el Ayuntamiento de Barcelona para que la celebración de la Copa América de Vela se convierta en un acontecimiento de ciudad, para que proyecte valores y promueva una cultura náutica que pueda ser aprovechable en los próximos años. La voluntad es vincular todos los actos de ciudad, con nuevas iniciativas, al evento deportivo que tendrá su momento culminante entre el 12 de octubre y el 27 de octubre de 2024. El modelo es la Olimpiada Cultural, el programa de actividades que se impulsó justo antes de los Juegos Olímpicos de 1992.

En aquel momento el objetivo fue el de “potenciar el patrimonio artístico de Barcelona y convertirla en un centro cultural de máxima promoción internacional”. Las iniciativas tuvieron su punto álgido en el Festival Olímpico de 1992. Lo que se desea es que la ciudad vea como algo propio el evento, justo cuando ya han surgido voces que lo cuestionan o lo critican abiertamente.

UN ÚNICO INTERLOCUTOR (MÚLTIPLE)

Ahora la pretensión es más modesta, pero el espíritu se mantiene. La intención –a través de la Fundación Capital Náutica—es que las actividades del Ayuntamiento tengan un sello ‘náutico’, desde la cabalgata de los Reyes Magos hasta las fiestas de la Mercè del próximo año. Todo debe hacer referencia a la Copa América de Vela, que se plantea como una gran oportunidad para proyectar la ciudad, mientras que de cara a los barceloneses lo que se busca es que se interiorice la potencia del deporte de la vela, con todo lo que supone hoy como un mundo marcado por la alta tecnología. “Hemos sabido muy poco de una competición que nos llega ahora y que va asociada a unos valores que nos pueden interesar”, señalan fuentes del consistorio.

Pero, ¿cómo se desarrolla toda esa colaboración para que la ciudad se beneficie del evento? La Fundación Capital Náutica tiene un carácter público-privado. Es el interlocutor que deseaba tener la America’s Cup Event Barcelona SL, que es la empresa que organiza la competición. Quien está al frente es Grant Dalton, quien, a su vez, es el jefe del equipo neozelandés Emirates Team New Zeeland, el ganador de la edición del año pasado y, por tanto, el que ha escogido Barcelona para la sede del evento en 2024.

Entrenamiento del equipo suizo para la Copa América en las playas de Barcelona / CEDIDA

Dalton quería un único interlocutor frente a diversas administraciones y organismos. Y la respuesta ha sido la Fundación Capital Náutica, que integra al Estado, a la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputación de Barcelona, la Cámara de Comercio de Barcelona, Turisme de Barcelona, el Puerto de Barcelona y Barcelona Global –la entidad privada que empujó para lograr el evento deportivo. Todas estas instituciones y organismos son los patronos de la Fundación, que reúne a su comité ejecutivo cada quince días.

RELATO COLECTIVO DE CIUDAD

Cada patrón tiene una misión. En el caso del Ayuntamiento de Barcelona, quien coordina internamente a las diferentes áreas para que estén alineadas con el acontecimiento es Joan Torrella, que tiene una gran experiencia para saber lo que puede suponer para Barcelona, en su calidad de ex director general de Turisme de Barcelona.

La pieza esencial es la vicepresidenta de la America’s Cup Event Barcelona S.L., Aurora Catà, al haber empujado para conseguir la sede en Barcelona como presidenta de Barcelona Global, un lobby empresarial, de carácter privado.

Pero el Ayuntamiento de Barcelona es clave para conseguir "popularizar" el evento, y en ello trabaja el consistorio, junto al Puerto de Barcelona y Turisme de Barcelona. También con el ICUB (Instituto de Cultura de Barcelona), que será vital para que se pueda “identificar la Copa América con un relato colectivo de ciudad”. Desde el primer momento, el consistorio comunicó al equipo neozelandés, representado por Grant Dalton, que la competición debería aportar “algo más” a la ciudad, que debía arraigar en los vecinos y vecinas de Barcelona. Y surgió la idea de recuperar una especie de ‘Olimpiada Cultural’, como sucedió en 1992. El Ayuntamiento está en plena definición de ese programa cultural que debe implementarse en los próximos meses.

Grant Dalton, en la presentación de la Copa América de Vela, en las Drassanes / MA

La gobernanza del evento, según las fuentes consultadas, está funcionando. Las cuestiones que surgen, desde la seguridad hasta el tipo de actividades que se pondrán en marcha, o la exposición en el Port Vell sobre el deporte de vela, se van resolviendo desde la premisa que se trata de algo nuevo para la ciudad.

Y en el horizonte se alberga la posibilidad de que Barcelona mantenga la competición para el próximo año, teniendo en cuenta sus beneficios económicos. El impacto que generará es de 19.000 empleos y unos 1.200 millones de euros para la ciudad, según un informe de la Universitat Pompeu Fabra que encargó la Fundació Barcelona Capital Náutica.

Barcelona tiene el 50% de posibilidades de mantener la prueba. Son seis los equipos que competirán para lograr la victoria. Pero, en realidad, son cinco los que deberán entregarse a fondo para poder llegar a la final, en la que ya está el Emirates Team New Zeeland, el equipo neozelandés que eligió Barcelona tras haber ganado el pasado año. Si obtuviera de nuevo la victoria, “y si la experiencia en la ciudad les ha gustado”, el equipo de Grant Dalton podría elegir de nuevo. Y, por qué no, repetir en la capital catalana.

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